El acceso a Internet tiene tantas cosas buenas como malas. El empleo de las redes sociales y la posibilidad de su anonimato provoca que muchos usuarios realicen actos dañinos para la salud de otras personas, como ocurre con el ciberbullying.
Esta acción, también conocida como ciberacoso, consiste en amenazar, insultar, difundir rumores, el contacto indeseado con desconocidos, compartir información falsa o injurias sobre otras personas a través de los dispositivos de comunicación electrónicos.
Según una campaña digital de Unicef, un 6,9% de los estudiantes españoles aseguraba haber sido víctima de este tipo de bullying en 2020. Sin embargo, la ONG declaraba que era difícil realizar un estudio fiable porque los datos variaban según los rangos de edad analizados y “la definición de lo que es una agresión y lo que no” también cambiaba.
Las formas de ciberacoso más comunes
La Organización No Gubernamental Save the Children publicó hace años un artículo en el que explicaba en qué consistía este problema. Para ello, enumeró las tres prácticas de este tipo de acción más comunes en los últimos años y que más afectaban a los pequeños:
- Happy slapping: consiste en la grabación y difusión por Internet de una agresión física, verbal o sexual a un menor. Puede compartirse en un grupo de WhatsApp o a través de redes sociales o de una página web.
- Grooming: se trata de engañar o en el abuso sexual online de un adulto hacia un menor.
- Sexting sin consentimiento: es la acción de enviar fotografías o conversaciones de menores con contenido erótico a terceras personas.
Según una encuesta de Save the Children en 2019 a 400 jóvenes de España, tres cuartas partes de ellos habían sufrido violencia online a lo largo de su infancia. De hecho, un 40% de los encuestados sufrieron por primera vez ciberacoso entre los 8 y los 9 años, y era un acto que afectaba más a las niñas que a los niños.
Soluciones tecnológicas al ciberbullying
A pesar de ello, la problemática del ciberacoso va in crescendo a medida que los usuarios implementan las redes sociales en sus vidas. Por ese motivo, cada vez son más los que utilizan las propias tecnologías para combatir esta situación.
- Proofup: esta aplicación móvil está vinculada a DAS Seguros y tiene la intención de detectar pronto e intervenir en este tipo de casos. La plataforma cuenta con la participación de abogados y psicólogos que ayudan a los menores, a los padres y a los profesores para acabar con el ciberbullying.
- Qustodio: es otra app que limita el tiempo que los niños y niñas tienen para usar el móvil. Además, cuenta con un botón de SOS y con sistemas de geolocalización para casos de peligro.
- ZeroAcoso: esta plataforma permite que los alumnos que están sufriendo ciberbullying puedan contactar anónimamente con otras personas que les ayuden.
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