A todos nos gusta aparecer presentables ante los demás. A algunos, incluso, les gusta aparecer hasta guapetones. Ahora que las videollamadas son las nuevas cañas en el bar, querrás sacar el mejor partido tanto a tu aspecto como a tu entorno para salir bien en la cámara.
Para las muy habituales videoconferencias de trabajo también viene muy bien seguir una serie de consejos básicos, a saber: es evidente que la higiene y la ropa cuentan -¡abandona el pijama si no lo has hecho ya!-, pero además hay aspectos como la luz de la estancia en la que estás o la posición de la cámara que harán que quedes mucho mejor.
Estar bien iluminado es clave y, para ello, la natural siempre es mejor y, si puede ser, que sea luz frontal, para tu cara se ilumine de manera uniforme. La forma más fácil de conseguir esto es situar el ordenador frente a una venta y que la luz que entre te dé de frente. Además, así, ves un poquito el mundo exterior, que siempre anima.
Si no hay luz natural porque es de noche o porque no tienes acceso a una ventana -si se trata del segundo caso, en cuanto acabe el confinamiento busca otro piso para la siguiente pandemia-, puedes poner una lámpara detrás del dispositivo que estés empleando y en frente de tu cara.
Otra de las reglas fundamentales es no hacer nunca planos en contrapicado, es decir: no te saques nunca desde abajo, mantén la cámara siempre a la altura de los ojos o por encima estos -plano picado-. Los contrapicados suelen ‘afear’ bastante, además de sacar defectos que a veces ni siquiera existían antes -¿de dónde ha salido esa papada?-.
Por último, por supuesto, cumple los básicos: despéjate la cara, peinate un poco y vístete con ropa que no sea el chándal. Y no te olvides de chequear cómo sales en cámara antes de contectarte.
