Después de recibir los aplausos y el afecto de las miles de personas que colmaron ayer el salón mayor del Poncho 2025, Ulises Bueno ingresó a la sala de prensa igual que como hacía minutos había aparecido desde un costado del enorme escenario: con el pucho en la mano y con la serenidad con que habla y vive hoy una nueva etapa de su vida.
Más maduro, más responsable, más sano y alejado de la oscuridad que hasta no hace mucho lo invadía. Con el temor de seguir deambulando por uno de los tantos caminos que también propone la industria de la fama, hace un par de años había decidido tomarse un respiro, para retomar luego el camino con el norte puesto en su familia, en la música, en su público. Pisando firme. “La música no te lleva por ese camino, sino que por ahí es el entorno que lo hace confundir”, confesó ya en plena charla.
“Yo me retiré porque cuando estaba bastante cansado de la vorágine de la fama y el éxito porque venía laburando de martes a domingos, tome la decisión de bajarme seis meses porque tenía problemas con las sustancias, con las drogas y necesitaba recuperarme y salir de esa situación tan oscura, que me estaba llevando a pensamientos totalmente equivocados. Me alejé de las sustancias, recuperé mi familia, recuperé el cariño de mi hija y volví a darle amor a la música”.
*Soy*
Ulises comenzó su primer espectáculo en el festival mayor de los catamarqueños cantando “Soy”, demostrando que se puede salir de la oscuridad y admitiendo los errores pasados con “’la conciencia limpia y el placard lleno de muertos’.
Por eso, no dudó en mostrar su humanidad y vulnerabilidad ante los periodistas que indagaron sobre los resultados de aquel parate.
Qué intenta el Ulises que no es artista?, pregunta una periodista tras haber escuchado como la multitud coreaba “Intento” casi al final de la presentación.
“El Ulises persona hoy lo que intenta a es ser más empático con sí mismo, agradarse, quererse, cuidarse, respetarse que es lo que debe procurar cada ser humano, no dejarse llevar por los comentarios o las influencias del entorno, que hace que uno se equivoque reiteradas veces”, responde sin dudarlo. “Hoy estoy muy cerca de mi hija, disfruto todos los días de la semana de levantarme temprano, cambio la noche por el día, aprovecho y disfruto de tomar unos mates por la mañana, de llevar a mi hija el colegio, a jockey, de poder compartir con mi mamá un domingo, comiendo un asadito en casa. Esos son los proyectos de los que Ulises se llena hoy en día, de tener amigos como los que tengo y un entorno laboral amistoso y muy sano, donde no se toma alcohol y no se consume nada que nos lleve a otra realidad”.
*Cuarteto y rock*
Husmeando en los proyectos del artista versátil que se impuso en el cuarteto y la música tropical, pero pivotea en otros géneros que también lo pueden, como el rock, Ulises responde con humildad: “siempre hago cositas de rock, y siempre trato de fusionarlo con mi género que tanto amo, pero hoy el cuarteto y la música se están dirigiendo más al pop. Sería muy lindo grabar con alguien que me dé la oportunidad de fusionar el cuarteto con el rock, sería fantástico. Por el momento no está en mis planes, pero seguramente si algún artista de rock escucha esto y quiere colaborar conmigo sería más que bienvenido”, señaló entre risas.
El público del Poncho
Ulises confiesa que en sus 21 años de carrera vino seguido a Catamarca, “por lo menos cada dos meses. Cada vez que llego a Catamarca me llevo hermosos recuerdos”, señala tras admitir,sin embargo, que cantar ante el público del Poncho le transmitió un plus especial “hoy tener la oportunidad de cantarle a otro público no solo el cuartetero, te llena un poquito el corazón cuando cantan tus canciones de la misma manera que tus fanáticos, la verdad que eso no tiene precio”.
“Es un orgullo enorme, y lo acabo de disfrutar, pero de la mejor manera posible, estando consciente y agradeciéndole a cada momento su aplauso, su empatía conmigo, porque la verdad que hay una química cuando subo al escenario, impresionante. Aquí en Catamarca siempre agradezco al público el cariño que me tienen”, destacó.
Es muy diferente este ambiente al de otros escenarios? “No, no hay mucha diferencia porque entre el público se genera una hermandad entre los fanáticos de mi música y los que aprenden a disfrutarla después que me conocen. Se genera ese ambiente tan lindo, tan familiar, que en todos lados termina siendo muy parecido porque no hay diferencia solamente consumen la música y realmente me llena el alma. Todos llevamos algo que nos ha tocado vivir de cerca, alguna pérdida, alguna relación que no se dio como uno lo esperaba, todos tenemos ese sentimiento y no importa la clase social, ni en el poder adquisitivo, solamente nos comunica la música en el idioma que sea”.
*Reinvención*
Ulises se despide sonriente y se prende a la foto de rigor con la prensa catamarqueña. Hay una distancia que se impone, no tanto desde el artista sino de la persona que con cierta timidez y resguardo se ocupa de sí mismo a cada instante, a lo mejor porque la vida así se lo está enseñando. Y avanza consolidando un estilo y un nombre, ya más allá del apellido que lo sostuvo en sus inicios pero que muchas veces le significó también un peso muy difícil de sostener. Su hermano, el Potro Rodrigo Bueno, le dio un consejo en una oportunidad cuando era muy chico y pretendía subir al escenario a cantar con él. El artista ya consagrado que llenaba Luna Parks le dijo que no: “vos sos muy chiquito, y en esta carrera hay muchas cosas que tenés que pasar y no quiero que vos las pases”. Al entonces Ulises adolescente, se le vino el mundo abajo y discutieron. “Nunca pude pedirle perdón, y porque al final todo lo que me dijo que iba a pasar..me pasó”, confesó Ulises hace unos meses a un medio nacional.
Ayer, en Catamarca, demostró que sigue transitando el camino de la música, más sólido, creyendo en el artista, pero sobre todo reinventando al ser humano:__“Soy así, soy lo que soy, mi destino, mi amuleto, soy así, y a dónde voy, soy… siempre lo que yo quiero. Soy la más perfecta imperfección, yo no tengo creador, yo a cada rato me invento”._