Ayer a la mañana se concretó una “apostasía Colectiva” en la ciudad, con la que un grupo de personas que fueron bautizadas buscan renunciar a la Iglesia Católica y piden ser dadas de baja de los registros de la institución.
La actividad convocada a través de las redes sociales, se inició en el Paseo de la Fe, donde un grupo de personas explicó el motivo de su accionar y recolectó firmas para aquellos interesados en renunciar a la religión católica. Tras haber juntado más de 50 adherentes, según informaron los organizadores de la apostasía, se dirigieron a la sede del Obispado, donde pretendieron dejar el listado. Sin embargo allí les manifestaron que solo les recibirían la documentación a aquellas personas que estén presentes, ya que el trámite es personal.
Lo llamativo fue la fuerte presencia policial que se montó en el ingreso al Obispado a pesar de que no se trataba de una manifestación y todo se realizó pacíficamente. Incluso el número de policías superaba al de las personas que pretendían la apostasía.
Esta movida forma parte de la Campaña Federal por la separación de la Iglesia y el Estado, y se hizo bajo el lema : “Iglesia y Estado, asuntos separados”.
“La apostasía colectiva es una acción de visibilización, donde la gente que no se siente representada por la institución puede tomar la opción de borrarse de los registro de la Iglesia Católica”, explicaron los organizadores de la protesta. Para el trámite se debe presentar una carta de intención en el Obispado, con el lugar y fecha de bautismo, más la copia de DNI o acta de bautismo. Ello se entrega por duplicado y en 5 días, la Iglesia debe informar si efectivamente fue dado de baja.
“La Iglesia Católica sostiene que casi el 90% de los argentinos somos católicos basados en el solo hecho de figurar en sus libros de bautismo, por lo que no es difícil imaginar la enorme ventaja que esto supone a la hora de negociar cualquier cosa con, por ejemplo, el Gobierno nacional. Pero la realidad es bien distinta: Las encuestas recientes muestran que sobre los temas de mayor preocupación de la Iglesia, el nivel de representatividad es muy bajo”, señalaron.