30 septiembre, 2019 9:01
Desde el 29 de septiembre al 1 de octubre se celebra el año nuevo judío, que festeja la creación del primer ser humano sobre la faz de la Tierra.
Rosh Hashaná significa “cabeza del año”, y es la celebración de un año nuevo judío. En el calendario judío los días comienzan con la primera estrella. Por lo tanto, cuando en el cielo no hay ninguna de ellas, específicamente el domingo 29 de septiembre, comienza la fiesta.
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Y todo dura hasta el 2 de octubre, día en el que se recibe el año nuevo judío número 5780. Según la tradición, en la fiesta se hace referencia a la creación del primer ser humano sobre la faz de la Tierra, la concepción de Adán y Eva de parte de Dios. Y el concepto de la fiesta se basa en la construcción del ser humano.
Kevin Levin, sociólogo y voluntario de Limud Buenos Aires, la ONG que organiza todos los años el Rosh Hashaná Urbano en los bosques de Palermo, le explicó a Infobae: “Podemos encontrar la mención más antigua de esta celebración en la Torá (específicamente en Levítico 23:24) aunque encontramos ahí más prescripciones que explicaciones: se lo denomina un ‘día de descanso’ y un momento de congregación, de sacrificios animales (una práctica que hace dos mil años no existe en el judaísmo) y de tocar el shofar (un instrumento musical hecho del cuerno de un animal, generalmente el carnero)”.
En el año nuevo judío aparece el shofar, que expresa un sonido que, despierta la conciencia, sacude la apatía e invita a asumir acciones en pos de convertirse en mejores exponentes de la raza humana.
“El sonido del shofar representaría entonces una especie de ‘reloj despertador’ que nos llama a mejorar como personas y pensar nuestro aporte individual para la creación de un mundo más justo”, afirma el sociólogo.
En el Talmud, texto sagrado del judaísmo rabínico, el Rosh Hashaná es ser “como un día de juicio sobre los actos de la humanidad, donde se decidirá el futuro de los individuos en base a los actos que cometieron”. El mismo finaliza con la puesta del sol el martes 8 de octubre con la celebración del Iom Kipur, que significa “Día del Perdón”.
“Hay formas diferentes de recibir esta festividad, que dependen del tipo de observancia de cada judío individual así como de tradiciones familiares, muchas de las cuales tienen que ver con la histórica dispersión geográfica de los judíos por todo el mundo, durante la cual las comunidades desarrollaron ritos particulares”, continúa el especialista.
“Además del descanso y del toque del shofar, judíos de todo el mundo reciben el año nuevo judío con una o dos cenas familiares llenas de símbolos. Muchos recibirán el año asistiendo a servicios especiales en sinagogas mientras que para otros la festividad se recibe con familia o amigos. Como corresponde a toda celebración judía, hay vino y suele haber mucha comida”, finalizó.
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