Cortana, el asistente virtual de Microsoft, ha ido desvaneciéndose poco a poco en el olvido digital. Aunque tuvo sus pequeños momentos de gloria -¿quién no recuerda aquellos vídeos de batallas entre ella y Siri, Alexa o Google Assistant?-, nunca llegó a triunfar en el mercado como lo han hecho sus competidoras. Y parece que la compañía de Redmond quiere darle su adiós definitivo este 2021.
Cuando los asistentes personales empezaron a ponerse de moda, en gran medida impulsados por el éxito de Siri -la primera en llegar al mercado, en 2011-, parecía que cada Big Tech iba a tener su propio mayordomo virtual y crecían como setas las nuevas voces dentro de nuestros dispositivos. Aunque cualquiera con algo de visión tecnológica podía adivinar ya entonces que aquello no tenía mucho futuro y que solo los más fuertes sobrevivirían.
Microsoft también se apuntó a la moda de la inteligencia artificial por voz y nos presentó por primera vez a Cortana en una conferencia de desarrolladores en San Francisco en abril de 2014, cuando Siri ya estaba marcando el ritmo del mercado y una incipiente Alexa estaba a punto de nacer -llegó en noviembre de ese mismo año-.
Claro que, recordemos, entonces la compañía tecnológica también tenía otros sueños de grandeza y -suponemos- creía que su sistema operativo Windows Phone ‘lo iba a petar’ y se iba a colocar a la par que iOS y Android.
¿Por qué Cortana? Era un personaje de inteligencia sintética en la franquicia de videojuegos Halo de Microsoft.
Inicialmente, la compañía integró el asistente en equipos de escritorio y dispositivos con Windows 10, pero pronto anunció que Cortana también estaría disponible en otras plataformas móviles de terceros, como Android e iOS. Asimismo llegó a otros soportes, como por ejemplo a la consola Xbox One, el navegador Edge, el servicio de mensajería instantánea Skype o INVOKE, un altavoz activado por voz lanzado en 2017.
A pesar de estos esfuerzos Cortana se quedó siempre como una segundona, algo que parecía imposible teniendo en cuenta que viene preinstalada en cientos de millones de ordenadores de todo el mundo gracias a Windows 10. El problema de Microsoft fue elegir el PC como dispositivo estrella para su asistente en lugar del teléfono móvil, y a lo que se quiso equiparar a su competencia con su propio altavoz inteligente ya estaba -casi- todo el pescado vendido.
Con esta trayectoria la desaparición de Cortana era crónica de una muerte anunciada, pero lo que sí llama la atención es que haya sido la propia Microsoft la que haya decidido sacar a su asistente personal de nuestras vidas.
Primero quitaron la integración con la búsqueda de Windows, separándola en una app independiente que perdió muchas funciones. Después, en abril de este año, desapareció de Android e iOS, además de Microsoft Launcher.
Desde finales de septiembre se ha eliminado también la skill de Cortana en Alexa. Ya solo está disponible como herramienta en la suite 365 de la compañía y Windows 11 ni siquiera la integra de forma predeterminada.
Microsoft seguirá dando soporte a Cortana, pero solo como una función más dedicada a empresas, formando parte de su plataforma Microsoft 365, donde podrá acceder a nuestro correo, almacenamiento y ganará funciones dedicadas especialmente a esas tareas -aunque la mayoría en Estados Unidos-.
Los de Redmond tenían planes muy ambiciosos con Cortana, pero finalmente la compañía ha sabido aceptar una derrota a tiempo y ha dicho adiós a su asistente.
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