En un acto de desesperación, Dalma Seco, quien asegura estar inscripta en el Instituto Provincial de Vivienda (IPV) desde hace 12 años, se encadenó este jueves al barral de una ventana de las oficinas del organismo en el Centro Administrativo del Poder Ejecutivo (CAPE).
La mujer manifestó que cumple con todos los requisitos necesarios para ser adjudicada con una vivienda y solicitó que se considere su situación familiar, ya que tiene un hijo con discapacidad.
Además, Seco afirmó que el próximo 30 de diciembre vence el contrato de alquiler del lugar donde reside actualmente, por lo que enfrenta la posibilidad de ser desalojada.
Personal policial intervino en el lugar para garantizar la seguridad durante el reclamo, que pone en evidencia la urgencia habitacional que viven muchas familias en la provincia.