JULIO PLAZA TORRES

Un móvil conectado a un cargador no original

Pasamos horas delante del smartphone. Redes sociales, llamadas, mensajes, juegos… A veces, incluso lo seguimos usando por la noche, en la cama y mientras descansamos. Como Alua Asetkyzy, una adolescente de 14 años de Kazajistán que se fue a dormir con los auriculares puestos y conectados a su teléfono para escuchar música.

La joven colocó el dispositivo bajo su almohada y, además, lo dejó cargando. Desgraciadamente, la batería del móvil se sobrecalentó y terminó explotando, y Asetkyzy murió.

No es la primera vez que pasa que un teléfono o una tableta se recalienta por tenerlo cargando toda la noche y dejarlo sobre la cama. Muchos usuarios acostumbran, como esta joven de Kazajistán, a escuchar música, ver una serie, una película o un vídeo por la noche mientras duermen y el móvil está cargando.

Sin embargo, este trágico accidente es un caso extremo y no tiene porqué pasar nada. Aun así, nunca viene mal saber qué se puede hacer para evitar tener disgustos con el móvil y, sobre todo, con su batería. Por ello, desde 20minutos.es queremos compartir 5 consejos para hacer un buen uso del smartphone.

Cargarlo durante toda la noche: ¿mito o realidad?

Una de las creencias más extendidas, reforzadas por este tipo de noticias en la que los móviles explotan, es que es malo dejar cargando el teléfono durante toda la noche. ¿Pero qué tiene de verdad esta afirmación? Lo cierto es que todo depende del dispositivo.

Los móviles antiguos tenían baterías hechas de níquel que carecían del ‘efecto memoria’. Por ello, si se dejaban conectados toda la noche, no dejaban de cargar, haciendo que no solo perdieran su vida útil, sino que se recalentaran. Pero desde que los teléfonos usan baterías de litio, los smartphones son lo suficientemente inteligentes como para detener la carga cuando llega al a 100% y así evitar poner en peligro al usuario en estos casos.

Por lo tanto, a no ser que el teléfono tenga una batería de níquel, no va a pasar nada porque se deje el teléfono conectado toda la noche. Pero claro, siempre es recomendable extremar la precaución en estos casos: es mejor cargarlo sin funda para que el móvil tenga una mejor ventilación; y no hay que dejarlo cargando sobre una superficie inflamable como la ropa, un cojín o la cama, y mucho menos bajo la almohada.

No exponer el teléfono a temperaturas extremas

Como cualquier aparato electrónico, las altas temperaturas no son buenas para los smartphones. La mayoría de teléfonos están diseñados para funcionar entre 0 y 45 grados, por lo que un calor extremo podría afectar a los componentes del dispositivo.

Temperaturas muy bajas también podrían afectar al móvil y hacer que la batería se agote más rápido, por ejemplo. Aun así, el frío no puede hacer que el teléfono explote, por lo que lo más preocupante son las temperaturas altas.

Un uso prolongado del dispositivo o utilizar a la vez demasiadas aplicaciones podría llevar el móvil al extremo y hace que se caliente. Además, es recomendable medir mucho más el uso del teléfono en épocas calurosas, pues si en la calle ya llega a hacer 45 y 50 grados, utilizar el móvil demasiado hará que su temperatura se eleve hasta niveles peligrosos.

Es recomendable mantener el smartphone en niveles de calor más normales. Por lo tanto, a la hora de dormir, si el teléfono se encuentra algo caliente, es mejor no dejarlo cargando toda la noche, porque es probable que siga aumentando su temperatura.

Alejarlo de la humedad

Cualquiera pensaría que, aunque el teléfono sea resistente al agua, es mejor alejarlo de las piscinas o de la lluvia por precaución. La mayoría de dispositivos ya son herméticos y no se les puede ni abrir la tapa para sacar la batería, lo cual mejora la seguridad de los smartphones para este tipo de problemas.

Aun así, al margen de las salpicaduras y de los accidentes acuáticos, la humedad del ambiente es otro de los enemigos de la tecnología. ¿Y cómo puede entrar humedad en el teléfono? Pues gracias a una práctica muy recurrente entre los usuarios: escuchar música en el móvil mientras se está tomando una ducha.

El vapor generado por el agua caliente que empaña el espejo es el mismo que se puede introducir en el móvil y afectar directamente a la batería. Por lo tanto, con el tiempo, la duración de esta se podría resentir y la carga podría verse afectada, ocasionando que el teléfono se recaliente más de lo normal debido al esfuerzo extra.

Utilizar el cargador original o uno recomendado por la marca

Puede parecer un truco comercial, pero en ocasiones es conveniente hacer caso. Cuando se estropea el cargador original, es recomendable comprar otro cargador oficial. La marca también aconseja cierto tipo de cargadores que, aunque no sean los oficiales, son igual de eficaces.

El problema de comprar cualquier otro cable y/o enchufe reside en la compatibilidad y en el voltaje. La potencia podría no ser la adecuada para según qué móviles, pues aunque algunos cargadores pueden ser más rápidos o parecer mejores, algunos dispositivos no soportan estas características y lo único que pueden hacer es sobrecalentarse y estropearse.

Además, el conector que se introduce en el móvil puede no encajar a la perfección y, a veces, los usuarios tienden a hacer un ‘apaño’ para cargar el teléfono como buenamente pueden. Esto podría hacer que el móvil no se conecte correctamente y, por consiguiente, tarde más en cargar y la temperatura de la batería aumente.

Por lo tanto, siempre es mejor invertir en un cargador original o recomendado por la marca que pagar por uno barato de dudosa procedencia para salir del paso.

Evitar usar el móvil mientras se carga

La impaciencia es un defecto muy común, y eso se ve reflejado en el uso del móvil. Estamos teniendo una conversación apasionante de WhatsApp y, de repente, se acaba la batería. O estamos jugando a Pokémon Go y necesitamos conectar el teléfono a un cargador portátil. No podemos dejar de hacer lo que estamos haciendo pero necesitamos cargar la batería.

No pasa nada por echarle un vistazo a Twitter o leer un par de mensajes que han llegado mientras el teléfono se carga, pero seguir utilizando el smartphone de forma prolongada mientras está conectado a la luz hace que el teléfono se recaliente por el uso y a la vez por la carga.

El dispositivo se ve en la tesitura de recibir energía a la vez que la gasta, por lo que el proceso de carga será más lento. Por este motivo, escuchar música o ver un vídeo en el teléfono mientras el dispositivo está cargando hace que aumente la temperatura.

Así que, por muy extremos que sean los casos en los que los teléfonos explotan, las precauciones mientras se duerme son claras: no dejarlo cargando sobre una superficie inflamable, quitarle la funda para que ventile, utilizar un cargador original y no dejarlo reproduciendo; además, evitar la humedad y el calor harán que la vida útil de la batería sea mejor y, por tanto, haya menos peligro.

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