Aunque todavía hay gente que parece olvidarse, en España ya tenemos la obligación de recoger los excrementos de nuestros perros, porque si no lo hacemos, podríamos recibir una multa de hasta 1.500 euros. Sin embargo, esta no es la única responsabilidad que debemos respetar, debido a que cada vez son más ciudades las que se suman a la iniciativa de utilizar una botella con vinagre y agua para limpiar los orines.
Pero más allá de las normativas impuestas en nuestro país, existen otras naciones que empiezan a adoptar medidas similares para que no hayan más cacas por las aceras de las ciudades.
Aquellas personas que tengan un perro y residan en Bèziers (Francia) tendrán que llevar el ‘pasaporte genético’ de su mascota «en un plan de prueba para reducir los excrementos en la calle», informa The Guardian.
El alcalde local, Robert Ménard, afirma para el diario mencionado que «los habitantes y visitantes están hartos de las heces en las aceras de la ciudad», por consiguiente, introducirá un experimento de dos años para rastrear y multar a las personas que no limpien los excrementos de sus perros.
Concretamente, las cacas que se encuentren en el pavimento serán analizadas para enviarse a la Policía, de esta manera, podrán contactar con el propietario en cuestión para ponerle una multa de hasta 122 euros.
Además, los funcionarios de Bèziers desarrollarán una base de datos con la saliva de los perros con el objetivo de crear un pasaporte genético para cada animal, de esta manera, la Policía podrá relacionar a un dueño con las heces. Por otro lado, es importante mencionar que los propietarios también serán multados con 38 euros en el caso de que no lleven un pasaporte genérico.
De momento, el experimento durará hasta julio de 2025, quién sabe si se alarga o no.
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