Neuralink, la empresa de implantes cerebrales de Elon Musk, consiguió a mediados de septiembre la aprobación por parte de una junta de revisión institucional para probar su chip cerebral en pacientes con parálisis. Dicho dispositivo se implanta en el cerebro, se conecta a un ordenador, es capaz de mejorar las capacidades humanas, puede tratar las enfermedades neurológicas y funciona captando las señales eléctricas que se producen en el cerebro cuando la persona piensa o hace algo.
Para poner a prueba esta innovación, Neuralink abrió una inscripción para aquellos pacientes con parálisis por lesión de médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica con el objetivo de calificar los ensayos clínicos.
Sin embargo, la entidad del magnate quiere ir más allá a parte de ofrecer servicios relacionados con la parálisis, por consiguiente, ha decidido desarrollar un chip de visión que solucionará las afecciones oculares que provocan ceguera.
Hace escasos días, Elon Musk afirmó en su perfil de X (antes Twitter) que «Neuralink está trabajando en un chip de visión que estará listo en unos años«, cuando respondió a una publicación de un usuario en la que detalla una rara condición ocular que padece un miembro de su familia.
De momento, el empresario no ha dado más detalles del proyecto, ni cómo será, ni cómo funcionará, ni qué tecnología llevará integrada, ni cuándo empezarán las pruebas o si será efectivo en un futuro.
Hasta el fecha, sólo sabemos que Neuralink está a punto de probar sus primeros implantes cerebrales en personas que cumplan con los requisitos de tener un cuidador permanente, ser mayores de edad y menor de 40 años, residentes de Estados Unidos y con tetraplejia por lesión de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
¿Cómo es el chip de Neuralink?
Al hilo del anterior párrafo, el chip cerebral se implementará en el cerebro para conectarlo a un ordenador, de esta manera, se mejorarán las capacidades humanas e incluso se tratarán enfermedades neurológicas.
Y si nos adentramos en sus rasgos técnicos, el chip se llama N1, mide ocho milímetros de diámetro, tiene pequeños cables que albergan electrodos y aislamiento, funciona captando las señales eléctricas que se producen en el cerebro cuando la persona piensa o hace algo y se comunica con un ordenador por medio de un dispositivo inalámbrico que se coloca detrás de la oreja del paciente -así se puede enviar y recibir información para controlar dispositivos externos o modificar el funcionamiento cerebral-.
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