El pasado jueves 23, personal de la división Investigaciones de la Policía de la Provincia viajó a San Juan y trasladó a dos estafadores que cometieron una veintena de delitos en nuestra provincia. Además, los sujetos tenían pedido de detención por hechos de similares características en La Rioja, San Luis, inclusive la provincia sanjuanina, donde finalmente los detuvieron.
Según fuentes policiales, los detenidos son un joven de apellido Drago (29) y una mujer de apellido Vázquez (24), sobre quienes obraba un requerimiento judicial ordenado por la fiscalía de instrucción N° 2, a cargo de Mauricio Navarro Foressi, por el supuesto delito de estafa en calidad de coautores.
Cabe señalar que estas personas habrían perpetrado alrededor de 20 ilícitos de esta naturaleza en las localidades de Fray Mamerto Esquiú, Valle Viejo, Belén y Capital.
Aparentemente, la pareja se dedicaba a convencer a personas de ceder los derechos de sus automóviles, con la excusa de que se los cambiarían por vehículos cero kilómetro, hecho que nunca sucedió. La Policía pudo recuperar algunos automóviles.
Finalmente, el joven quedó a disposición de la Justicia interviniente, mientras que la mujer fue alojada en la Comisaría Departamental Belén, tomando intervención la Fiscalía de la Tercera Circunscripción Judicial.
Empresario estafador
Por otro lado, según fuentes judiciales consultadas, el empresario denunciado por defraudación y emisión de cheques sin fondos en nuestra provincia, por una cifra millonaria que había sido detenido en el aeropuerto de Ezeiza anteayer, finalmente ya se encuentra a disposición de la fiscalía de Andalgalá.
Cabe destacar que según las mismas fuentes, el sujeto fue aprehendido por la Policía aeroportuaria cuando intentaba abordar un avión con presunto destino a México.
Darío Ariel Lipovich contaba con pedido de detención desde la fiscalía de la Segunda Circunscripción Judicial con asiento en la ciudad de Andalgalá, a cargo de Martha Graciela Nieva.
De acuerdo con lo que se pudo conocer, Lipovich estaba a cargo, junto a su padre, del emprendimiento olivícola Sol de Pomán y alquiló una planta procesadora de pulpa denominada Cooperativa El Fuerte, en Andalgalá.
Allí se instaló una cadena de procesamiento, produciendo condimentos y encurtidos con tomates, ajíes, pimientos, etcétera.
Se contrató a varios parceleros para incrementar la producción que necesitaría esta nueva fábrica, pero luego de un tiempo los problemas comenzaron.
Sol de Pomán funcionó en Andalgalá hasta abril de 2015, fecha en la que quebró y hubo serios conflictos por los puestos de trabajo de alrededor de 40 empleados.
A éstos se los habría indemnizado con parte de la producción que no lograron vender tras un mes de tensas negociaciones.
La empresa nunca habría terminado de pagar alquileres, a fleteros, salarios y otras cuestiones, por lo que Lipovich habría comenzado a librar cheques sin tener los fondos y las cifras emitidas ascenderían a varios millones.