A pesar de los avances en la tecnología de los coches eléctricos, uno de los principales desafíos que siguen enfrentando es el tiempo de carga. El tiempo que se necesita para recargar sus baterías continúa siendo significativamente más largo que llenar un tanque de gasolina o diésel. Además de que por el momento no hay un gran número de estaciones descargar.
Estos aspectos siguen siendo un obstáculo para muchos conductores, lo que limita la llegada masiva de esta tecnología en el mercado. Por ello, desde el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) un equipo español ha puesto en marcha el proyecto ‘PROMOBAT’ para permitir una carga 100% en menos de 15 minutos en los vehículos eléctricos.
Cargar los coches eléctricos en solo 15 minutos: así es la innovadora idea española
El objetivo que persigue este proyecto es reducir los tiempos de carga de las baterías de litio sin alterar su seguridad. Las baterías de litio son una tecnología clave, ya que su capacidad para almacenar grandes cantidades de energía en un tamaño compacto, junto con su durabilidad y capacidad de recarga, las ha convertido en una opción preferida para una amplia gama de usos. Sin embargo, su producción y reciclaje también plantean desafíos ambientales y económicos.
Según ha comunicado la empresa, el proyecto es muy ambicioso porque quieren conseguir un nuevo prototipo de celda y módulo (agrupación de celdas conectadas entre sí que acaban formando la batería) para mejorar las prestaciones de las baterías de litio y su seguridad. A su vez, desarrollar soluciones tecnológicas novedosas que permitan el diseño y prototipado de celdas, y módulos de bacterias de elevadas prestaciones y seguridad.“Conseguir dicha carga completa en 15 minutos para un vehículo eléctrico es el principal propósito que busca el sector”, afirman.
Comentan que a nivel celda se busca optimizar los parámetros clave del proceso de producción, incluyendo el material, los electrodos y su integración. También se investigarán tecnologías avanzadas precursoras de las baterías de estado sólido con electrolitos híbridos para mejorar la densidad energética. A nivel módulo, se combinarán celdas con una química rica en níquel, tecnologías de gestión térmica con materiales de cambio de fase, y sensores y electrónica de control para optimizar el rendimiento, garantizando la seguridad.
Lo que pretenden es lograr una mayor densidad energética y mejor rendimiento y para hacerlo, van a combinar la investigación industrial con el desarrollo experimental. El objetivo es poder validar las nuevas baterías con cargas mucho más rápidas que las existentes para que tengan viabilidad a nivel comercial. Aunque desde el ITE advierten de que «hay que ser realistas porque en aplicaciones comerciales, especialmente en automoción, su diseño, ensayo y validación puede ser prolongado».