Facebook, Instagram o Whatsapp son algunas de las redes sociales más populares. Se empieza con un saludo; se establece contacto. Sin darse cuenta, se empieza a dar información precisa que luego es utilizada para manipular. Después vienen los pedidos, imágenes y encuentros con un aberrante propósito, un abuso sexual. Chicos y chicas suelen ser las víctimas del grooming.
Una nena de 11 años recibía indecorosos mensajes de whatsapp. Se sentía mal por el pedido que efectuaban y decidió contárselo a su mamá. Le mostró el celular y la mujer leyó los mensajes. El contacto le pedía que se sacara fotos íntimas y se las enviara.
La mujer se presentó el jueves por la noche en la Unidad Judicial Nº 6, en la zona sur de la Capital. Con nombre y apellido denunció al contacto de whatsapp de su hija que le hacía la propuesta indecente. De inmediato tomó intervención el fiscal de Instrucción en feria, Víctor Figueroa.
Tras impartir las primeras medidas, llegaron los primeros resultados. Fuentes consultadas por El Ancasti indicaron que se logró dar con el contacto que le habría enviado tales mensajes a la niña vía whatsapp. Según se informó, se trata de un adolescente de 15 años.
El acoso a niños, niñas y adolescentes a través de internet como de algún dispositivo electrónico es un delito que se incorporó al Código Penal Argentino en 2013. “Observamos que no hay más denuncias porque no hay un grado alto de conocimiento de la problemática. Las denuncias van al ritmo del conocimiento. Mientras más se instale la problemática, más denuncias habrá. No es que no pase sino que no se conoce”, advirtió Hernán Navarro, referente de la ONG Grooming Argentina en una entrevista anterior con este diario.