
Hay un fenómeno curioso en estos tiempos: mucha gente piensa que hacer deporte o viajar mola, sí, pero casi tanto como poder revivirlo después o compartirlo en redes. Y ya no solo es cosa de los fanáticos del trail running o los ciclistas domingueros que suben su ruta a Strava. Los hay que no conciben irse de vacaciones sin registrar cada salto en la arena, cada chapuzón en el mar o ese descenso en bici que, obviamente, había que grabar con la máxima calidad.
Ser testigo y protagonista, todo a la vez. Aquí es donde entran las cámara de acción, pero sobre todo, modelos top de GoPro, la marca líder, a la que no paran de salirle alternativas, como la DJI Osmo Action 5 Pro.
Las GoPro son indudablemente las más buscadas, las que más años llevan a la venta, pero DJI ha ido poco a poco abriéndose un hueco en este sector y en otros «paralelos», como el de los drones. Este modelo Action 5 Pro es además bastante asequible, ya que Amazon lo vende ahora por solo 336 euros.
Con esta cámara ha querido DJI dar un paso más allá: no solo ofrecer un aparato resistente, compacto y listo para cualquier entorno, sino también alcanzar una calidad de vídeo y una versatilidad que, de verdad, compiten directamente con equipos profesionales… pero en un formato que cabe en cualquier bolsillo.
Vídeo 4K con estabilización top
El público objetivo está claro: deportistas y aventureros, sí, pero también viajeros, creadores de contenido y, por supuesto, cualquiera que quiera asegurarse de que, después del esfuerzo, queda un recuerdo digno de envidia.
El salto de generación respecto a modelos anteriores se nota en casi todos los apartados. La calidad de grabación es el titular número uno: vídeo en 4K a 120 fps con un nivel de detalle que impresiona incluso en pantallas grandes.
Vale tanto para grabar tardes en la playa como para captar deportes de alta velocidad, capturando desde los reflejos del agua hasta las gotas de barro que saltan de la rueda de la bici. Incluso en condiciones complicadas, con poca luz o cambios bruscos de iluminación, el sensor responde de maravilla, reduciendo el ruido y manteniendo la imagen estable y limpia.
La estabilización es otro de los grandes puntos fuertes: DJI ha afinado su sistema RockSteady y HorizonBalancing hasta límites que hace unos años solo se lograban en postproducción. Da igual que estés bajando una cuesta a toda velocidad, saltando entre rocas o, simplemente, grabando en modo vlog mientras caminas: la imagen se mantiene nivelada, sin temblores ni giros bruscos que echen a perder la toma. Para los más creativos hay modos de cámara lenta y time-lapse.
Hasta 18 metros bajo el agua sin carcasa
La Osmo Action 5 Pro mantiene todo el músculo en resistencia y versatilidad. Es sumergible sin carcasa hasta 18 metros, soporta golpes, polvo y temperaturas extremas, y los botones hacen que puedas manejarla sin dramas. Y si te gusta grabar deportes acuáticos, la lente tiene un tratamiento antihuellas y antirreflejos que evita los típicos empañamientos al salir y entrar del agua.
La interfaz es ágil, táctil y se agradece que los menús sean intuitivos: cambiar de modo, ajustar velocidad, ISO o grabar en RAW y luego compartir clips desde la app móvil es rapidísimo.
La batería responde bien para sesiones largas: permite grabar varias horas sin interrupciones y, si hay que cambiarla, no hace falta desmontar media cámara. Además, la Osmo Action 5 Pro carga rápido y permite alimentar la cámara con un powerbank sobre la marcha, imprescindible en rutas largas donde sabes que vas a grabar hasta el último suspiro.
Tiene WiFi y Bluetooth para emparejarla fácilmente con el móvil y transferir archivos en segundos o incluso controlarla a distancia. El micrófono ha recibido mejoras y ahora graba el sonido ambiente con más claridad y menos ruido de viento, aunque si buscas audio profesional, permite conectar micros externos fácilmente.