
La ceremonia terminó con un notable espectáculo que tuvo fuegos artificiales y emoción. Marcelo Gallardo se despidió de los hinchas y recibió la última ovación como entrenador de River Plate. La jornada tuvo una mezcla de sensaciones que pasaron por la tristeza, la nostalgia, el orgullo y el agradecimiento permanente. El Muñeco tuvo una jornada inolvidable. Napoleón cerró un ciclo cargado de éxitos. Y lo disfrutó con la familia de La Banda.
“Mi vínculo con River es para toda la vida”
Continúa el emotivo discurso del Muñeco Gallardo en su despedida en el Monumental: “River me ha enseñado que se trata de una forma de vivir, de ser, y nos ha tocado ganar, han sido cosas hermosas, imborrables, quedará siempre para toda la vida. También nos ha tocado perder, y en la derrota me he sentido más orgulloso. Hemos sido un equipo de compañeros, un equipo de trabajo enorme, y hemos sido una gran familia, que se desvivía por vivir cada momento y eso es increíble. Es lo más lindo que me llevo, el abrazo con cada trabajador. Gracias a la dirigencia, a su presidente, porque han creído en mí, porque me han acompañado, han estado siempre a mi lado. Quiero agradecer de todo corazón a Enzo Francescoli. por ser la persona que nos dio esta posibilidad, que confió, que acompañó de manera increíble, sin egos, disfrutando los triunfos como propios y eso no se encuentra en muchos lados ¡Gracias Enzo! Gracias a ustedes que desde hace más de ocho años me hacen sentir de una manera especial. Gracias por cada homenaje al entrar a este campo. Gracias por brindarme su corazón, los voy a extrañar mucho. Mi vínculo, como dije en otro momento, no es de un año de contrato, dos, tres u ocho, como han pasado. Mi vínculo con River es de toda la vida”.
La despedida de Napoleón
El entrenador tomó el micrófono y le dedicó unas palabras a los hinchas. “Sinceramente no sé por dónde empezar. Mi vínculo con River me hizo ser un privilegiado. Jamás en mi vida soñé con vivir algo así. O si lo soñé, era algo muy mío. Y estar en este momento, en este lugar, con miedo de expresarme, porque esto es demasiado… Tengo muchos recuerdos, pero quiero empezar recordando en este día de la madre a la mujer que me dio la vida, que seguramente me estará viendo desde algún lugar de privilegio, allá en el cielo. ¡Feliz Día de la Madre! Yo a la mía la recuerdo con mucho cariño. Era la que esperaba que llegara de cada entrenamiento, que me abrazaba, que me acompañaba a todos lados, hasta el día que se fue… Se sentaba ahí en la platea y me esperaba en el vestuario para darme un abrazo. Así que: ¡Gracias vieja! En algún lugar del cielo donde estés, por haberme dado la vida. Gracias a mi familia, que me sostuvo todo este tiempo. Gracias a todo mi equipo de trabajo; lo valoro, lo respeto y los quiero. Han sido parte de mi cuerpo todo este tiempo. Gracias jugadores. Han pasado muchos jugadores en todo este tiempo, muchísimos. Son los verdaderos protagonistas de lo que podamos trabajar, desarrollar o sentir para que ellos lo lleven a cabo. No tengo más que palabras de agradecimiento de cada jugador que ha tenido la grandeza de vestir esta camiseta, de entregarse al máximo en cada entrenamiento. River me ha enseñado que se trata de una forma de vivir, de ser, y nos ha tocado ganar. Han sido cosas hermosas, imborrables. Quedará siempre para toda la vida. También nos ha tocado perder, y en la derrota me he sentido más orgulloso, porque la vida tiene eso. Te da enseñanza, te permite ser humano, para equivocarte y tener más fuerzas para seguir, y hemos sido eso todos este tiempo”.



