Además, consideró que este adolescente se encuentra superado por su “penosa vida que lo llevó a delinquir de manera feroz”.
Sobre el “hecho lamentable”, el fiscal destacó que ejerció una “violencia inusitada”. Detalló que el chico eligió “el lugar, la víctima y el modo”. Usó un cuchillo –resaltó-; saltó una tapia y le asestó múltiples heridas. “Sin dudas, se retira pensando que puso fin a su vida. Se secuestró el celular, el cuchillo con manchas y prendas de vestir manchadas. Se esperan más pruebas y la investigación sigue. La prueba lo incrimina. Actuó con conciencia y capacidad de culpabilidad. Fue astuto, ingresó sin zapatillas en un horario planificado. En cierto modo, reconoció su responsabilidad en las pericias”, describió.
La querella, representada por la abogada del foro local Silvia Barrientos, había solicitado que se aplicara el agravante de “femicidio”. El fiscal Narváez no acompañó este planteo y el juez penal juvenil Rodrigo Morabito decidió no hacer lugar.
Para Morabito, esta agresión “ha ocurrido en un contexto de los delitos que se denominan de inseguridad”. El magistrado admitió que, “sin dudas”, este fue un hecho en el que la víctima es una mujer y el delito fue cometido por un hombre. Al respecto, detalló que “en hechos de inseguridad, las mujeres pueden llegar a ser víctimas en iguales circunstancias que los hombres. Ahora, el representante del Ministerio Público Fiscal dio por concluida la investigación. A la vez, elevó la causa para que el chico ocupe el banquillo de los acusados de la Cámara de Sentencia Penal Juvenil.