El Concejo Deliberante aprobó ayer la modificación del artículo 198 del Código de Faltas Municipal, con el cual se pretende poner fin a los grupos de motovándalos que inquietaron a la ciudad realizando picadas y maniobras peligrosas durante un largo tiempo.
En la vigesimoséptima sesión ordinaria, el proyecto se convirtió en realidad y a partir de ahora será mucho más complicado -y caro- retirar una motocicleta secuestrada en circunstancias como las descriptas.
Quienes participen en una conducción masiva y temeraria, contraria al orden vial, haciendo pruebas de velocidad o destreza con auto o motovehículo, tendrán una sanción monetaria que puede ir desde las 250 hasta las 500 unidades de multa (que al día de hoy significarían entre 10 mil a 20 mil pesos) y pueden quedar inhabilitados hasta por dos años para conducir.
El rodado secuestrado solamente será devuelto a su propietario cuando éste haya pagado la multa y además, completado un curso de educación vial.
El aspecto más novedoso de la sanción es el que alcanza a las personas que faciliten motos a terceros para las prácticas infractoras. El titular del vehículo también deberá abonar una multa de hasta 20 mil pesos.
La medida apunta a neutralizar a padres que sin mayores reparos prestan las motocicletas a sus hijos, quienes terminan participando de los grupos de motovándalos.
$20.000
Es el máximo a pagar, para conductores o dueños de los rodados.