La querella de un caso de grooming pidió que se concluya la etapa de instrucción y se eleve el expediente a juicio a la brevedad. La causa investiga a un hombre de 41 años que habría intentado mantener un encuentro con una niña de 8 años.
La investigación en contra de Marcelo Gustavo Zamorano se encontraría en condiciones de ser juzgada por un tribunal, de acuerdo con la estimación de la querella conformada por los padres de la víctima quienes son asistidos por el abogado Juan Zelarayán.
Semanas atrás, solicitaron el cierre de la etapa de investigación penal preliminar. “Desde Fiscalía no se opusieron, la causa quedaría cerrada. Antes, desde la defensa del imputado pidieron el archivo de la causa”, explicó Zelarayán en diálogo con El Esquiú.com.
El expediente es instruido por el fiscal de Instrucción N° 5, Luis Baracat.
“La investigación está concluida en su totalidad, hicimos conclusiones al pedir el requerimiento y como querella pensamos en pedir una condena efectiva cuando lleguemos al debate”, añadió el letrado.
El último paso dado en pos de recabar material probatorio fueron las pericias psicológicas realizadas a Zamorano, las cuales habrían arrojado como resultado que el acusado no tenía alteraciones mentales, era imputable desde el aspecto psiquiátrico y entiende la gravedad de los hechos endilgados.
El hecho
En noviembre de 2016, Zamorano fue aprehendido por la Brigada de Investigaciones en el marco de un operativo desplegado para emboscarlo. El mismo inició con la denuncia de los padres de la víctima, quien recibía mensajes de un hombre mayor de edad con un claro tenor sexual.
De acuerdo con las denuncias, Zamorano, a sabiendas de la edad de la niña, insistió en sus charlas a través de Whatsapp, pidiéndole fotos en ropa interior o desnuda. Los progenitores de la niña, revisando con quién conversaba ella, advirtieron lo que ocurría y pusieron el dispositivo electrónico a disposición de la Justicia y la Policía, quienes continuaron con el intercambio de conversación.
El acusado habría intentado convencerla de viajar hacían Manantiales, de donde es oriundo, pero al no lograrlo viajó hacia esta capital intentando mantener un encuentro a solas con ella.
Cuando citó a la niña en inmediaciones de la Terminal de Ómnibus, la policía le dio alcance y lo redujeron en Zurita y Vicario Segura, secuestrándole el teléfono celular desde el que se emitían los mensajes.
El ciber acoso como delito informático
En Argentina, el grooming es un delito penal, descripto en la Ley 26.904.
La misma señala que será penado con prisión de seis meses a cuatro años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma. El “groomer” utiliza estos medios para ganarse la confianza de los jovencitos y simula empatía y conexión emocional, ya sea con sus perfiles reales u otros apócrifos, para luego de un tiempo extorsionarlos y obtener favores sexuales.
