Los hermanos Eber (22) y Gabriel Gómez (20) se presentarán hoy en la sede de fiscalía para radicar la denuncia por lesiones graves contra los policías de Chumbicha y pedirán que sean apartados de sus cargos en la mencionada localidad.
El Esquiú.com mantuvo diálogo con Gerardo Romero, abogado de los jóvenes, quien explicó que además de pedir la reubicación de los efectivos hasta que sustancien los pertinentes sumarios y la causa en su contra.
«En el caso de que continúen, que no sea en Chumbicha. Entendemos que las lesiones son graves y hasta el día de hoy no han tenido la posibilidad de que se los atienda para verificar la lesión ocular y posibles otras lesiones por haber perdido la conciencia y los golpes en la cabeza del otro”, explicó Romero, quien añadió que a los jóvenes recién les dieron un vaso de agua después de las 10 horas que llevaban detenidos.
«Queremos reunirnos con el secretario de Seguridad, Marcos Denett, para plantear el riesgo de que los agentes policiales vayan al mismo pueblo del que son oriundos, porque se dan estos abusos. Tienen problemas personales en su vida cotidiana y cuando están uniformados van a resolveros de forma ilegal”, dijo el abogado, quien forma parte además de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
Desde la familia de los jóvenes, remarcaron que no les quisieron tomar la denuncia por las lesiones, aunque a uno de los policías involucrados sí le permitieron hacerla de forma instantánea.
Luego de largas horas en la seccional, la familia consiguió que el fiscal de instrucción en feria, Miguel Mauvecín, ordenara la liberación de los jóvenes y recién pudieron llevarlos hasta el hospital San Juan Bautista para hacerlos atender.
El caso fue dado a conocer de forma exclusiva por El Esquiú.com en su edición anterior.
Por problemas de vieja data, un policía habría provocado a uno de los hermanos hasta hacerlo reaccionar.
En ese momento, el uniformado se habría retirado del lugar, pero volvió rápidamente con otros policías y la situación se tornó violenta.
Eber Gómez recibió un golpe de puño en el ojo y otros golpes de menor consideración, mientras que Gabriel Gómez, recibió un culatazo en la zona de la nuca que lo desmayó.
Posteriormente, de acuerdo a los testimonios, le habrían dado puntapiés en el cuerpo.
A la redacción de El Esquiú.com, llegó un segundo video donde se puede observar que este joven estaba inconsciente en el suelo.
En el medio de los forcejeos, a un policía se le habría escapado un disparo de escopeta anti tumultos.
«Los problemas personales se tienen que resolver de otra manera y no usando el uniforme para causar estos desastres”, señalaron fuentes allegadas a la familia.