El conflicto entre los trabajadores municipales de Santa María, agremiados a ATE, y el municipio no da tregua. A pesar de los aumentos salariales otorgados, que superaron ampliamente la inflación anual, el personal continúa con medidas de fuerza que ya acumulan más de 80 días en 2024.
El nuevo reclamo, centrado en la provisión de ropa para el personal administrativo, ha generado críticas al considerarse que podría tratarse de una maniobra política, sin considerar el impacto que la prolongada huelga tiene sobre el funcionamiento del municipio.
El último aumento salarial, correspondiente a diciembre, fue del 3,5%, frente a una inflación del 2,4% para ese mes. En términos anuales, los empleados municipales recibieron un incremento del 125%, superando el índice de inflación de 112% registrado en 2024. Esto se traduce en salarios de $714.000 para la categoría 24 y $553.000 para la categoría 10, montos que fueron aceptados previamente por el gremio liderado por José Guerrero y Carola Gutiérrez.
Sin embargo, las demandas persisten. Mientras el municipio atraviesa un período de receso administrativo, los representantes sindicales exigen la entrega de ropa de trabajo para el personal administrativo, pese a que el gasto en indumentaria para áreas como Servicios Públicos ya superó los $100 millones durante el último año.
Además, el conflicto se da en un contexto de ajustes internos tras un proceso de reempadronamiento llevado a cabo en 2024 por las Secretarías de Hacienda, Planificación y Control. Este proceso dejó fuera de la estructura municipal a aproximadamente 100 personas, entre personal de planta permanente, contratados y beneficiarios de becas, por incumplimientos en la prestación de servicios.