Catamarca vivió ayer una jornada histórica, con el retorno a la provincia de las reliquias de Fray Mamerto Esquiú, máxima figura de la historia, prócer que además se acerca a los altares; ya que está muy avanzada la causa iniciada en el Vaticano para su beatificación.
El obispo Luis Urbanc recibió las reliquias de Esquiú en Córdoba
(diócesis que tuvo al catamarqueño como obispo), y desde allí inició el itinerario cargado de emoción. Miles de comprovincianos se sumaron a la significativa ceremonia, que permite conservar restos de Esquiú, luego de varios años de pesar por el robo de su incorrupto corazón. La Gobernadora Lucía Corpacci, autoridades de La Paz, Fray Mamerto Esquiú y Capital, se sumaron a las manifestaciones populares, donde fue unánime el rezo por la pronta beatificación.
Un largo viaje…
Las reliquias del prócer franciscano partieron ayer temprano desde la ciudad de Córdoba, y el primer gran acto tuvo lugar en La Paz.
La urna fue recibida frente al Cristo de Recreo, y desde allí se inició una caravana hacia El Suncho.
En el sitio donde murió Esquiú se cumplió un acto y se celebró misa, para partir luego hacia la tierra natal del fraile, departamento que hoy lleva su nombre: Fray Mamerto Esquiú.
Luego de un recorrido desde el Arco de San Antonio hasta la Casa Natal en Piedra Blanca, donde hubo homenajes culturales, se realizó la celebración en el templo de San José.
Por último, las reliquias llegaron a la Capital. Desde el Convento franciscano se marchó en procesión a la catedral, donde se entronizaron las reliquias.
