Carolina Fernanda Quinteros es una joven madre de 34 años, único sostén de hogar y con tres chicos, de 6 a 13 años. Dos veces viuda y sin recursos para parar la olla, vio en la venta de estupefacientes una alternativa como sustento de vida.
En febrero de 2016, luego de un trabajo de inteligencia por parte de la Dirección de Drogas de la Policía de la Provincia y de un operativo policial, encontraron en su casa, en el departamento Tinogasta, 221 gramos de marihuana y otros elementos. Fue imputada por el delito de “tenencia de estupefacientes para la comercialización” y desde entonces se encuentra con prisión domiciliaria. Ayer fue juzgada en el Tribunal Oral Federal.
La defensora de Quinteros, Silvia Barrientos, y los fiscales Rafael Vehils Ruiz y Javier Merep llegaron a un acuerdo y la imputada reconoció su responsabilidad. El juez Juan Carlos Reynaga, en un debate unipersonal y abreviado, la halló penalmente responsable por el delito que se le había imputado y dictó una condena de cuatro años de prisión domiciliaria.
Carolina Quinteros quedó viuda por primera vez hace más de 10 años. Su pareja, con quien tuvo a su primer hijo, había fallecido en un siniestro vial. Luego volvió a formar pareja y de esta unión nacieron dos niños más. En diciembre de 2015 su esposo tuvo un infarto mientras conducía su automóvil y falleció. Ante la tragedia y la necesidad de mantener a sus hijos, tuvo el ofrecimiento para vender estupefacientes en enero de 2016.
Fuentes consultadas indicaron que, como sustento de vida, Quinteros vende tortillas y prepara viandas. También percibe la Asignación Universal por Hijo y recibe la ayuda de los hijos mayores de su segundo esposo, quienes la asisten con mercadería y medicamentos.
Procedimiento
El operativo se desarrolló el 4 de febrero del año pasado, a las 20, en el departamento Tinogasta, luego de una minuciosa tarea investigativa de personal de la Dirección Drogas Peligrosas de la Policía de la Provincia.
En el lugar, los investigadores lograron incautar varios envoltorios de nailon listos para comercializar que contenían 221 gramos de marihuana, dos teléfonos celulares y dinero, en el orden de los $8.880. De acuerdo con la investigación, los principales clientes eran adolescentes.
La denuncia anónima que llevó a las fuerzas de seguridad a investigar habría derivado de padres de los chicos que consumían.
DATO
MUJER
Quinteros quedó viuda por primera vez hace más de 10 años. En diciembre de 2015 enviudó por segunda vez. Tiene a su cargo tres chicos de 6 a 13 años.