La inflación de diciembre fue del 3,7 por ciento y el 2019 cerró con un alza de precios
del 53,8 por ciento, informó ayer miércoles el Indec. El año pasado se registró la
inflación más abultada desde 1991, cuando la hiperinflación daba sus últimos
coletazos. El rubro Alimentos y Bebidas registró un alza del 56,8 por ciento en el
acumulado del año, lo que agravó la situación de los sectores más vulnerables. Otro
rubro que impulsó la inflación fue Salud, que agrupa los aumentos de medicamentos
y prepagas, con un incremento del 72,1 por ciento en 2019, liderando el conjunto de
las subas.
No hay materia económica en donde el gobierno de Mauricio Macri haya fracasado
de manera tan grotesca como en la inflación. Desde aquellas recordadas frases del
expresidente acerca de que “terminar con la inflación es lo más fácil que hay” y que
“la inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar” hasta los
constantes pifies en las metas de inflación por parte del Banco Central, pasando por
una infinidad de pronósticos errados de parte de los exmiembros del equipo
económico, la gestión Cambiemos hizo todo mal para procurar bajar el ritmo de los
precios, recordó Página 12.
“Tenemos un compromiso de inflación para 2016 de 20 al 25 por ciento, que bajará a
un rango del 12 al 17 por ciento en 2017 y a 8 a 12 por ciento para 2018,
concluyendo el último año de la gestión Macri en un dígito alrededor de 5 por ciento
anual”. Ese fue el programa inflacionario que el ministro de Economía, Alfonso PratGay, presentó a la sociedad argentina el 13 de enero de 2016. Por si había dudas, el
jefe del “mejor equipo de los últimos cincuenta años” aclaraba que no se trataba de
una meta optimista, sino que era realista.
Al final…
Lo que pasó en la realidad fue que la inflación fue del 40 por ciento en 2016, bajó al
24,7 por ciento en 2017, escaló al 47,6 por ciento en 2018 y cerró 2019 en 53,8 por
ciento. Si se toman las puntas más altas de las estimaciones de Prat-Gay, la inflación
acumulada del período 2016-2019 hubiera sido del 72 por ciento. En cambio, la suba
de precios terminó siendo casi del 300 por ciento.