La semana pasada el Concejo Deliberante de la Capital avanzó en el estudio del nuevo Código Tributario que presentó la Municipalidad, en conjunto con la nueva ordenanza impositiva, que contempla ya los nuevos tributos que de alguna manera agrupan los que están vigentes, aunque muchos de ellos serán derogados a partir del 31 de diciembre. Se incorporan el domicilio electrónico y la consulta vinculante como nuevas herramientas desde 2018.
La comuna consideró que muchos de los tributos actuales provocan un gasto de recursos humanos y económicos muy grande en relación con la recaudación que generan, pero además intenta «alivianar la carga de los contribuyentes del fisco municipal, que son al mismo tiempo contribuyentes de la Provincia y la Nación».
En ese sentido, la nueva ordenanza impositiva propone 13 tasas municipales en las que se buscó que el aumento de algunos tributos compense el nuevo régimen de exenciones y la derogación de los viejos tributos.
Entre los tributos que desaparecen a partir del 31 de diciembre están la habilitación comercial, la introducción al mercado, las actuaciones administrativas y la tasa de espectáculos públicos. Sin embargo, a partir del 1º de enero de 2018 entrarán en vigencia las tasas de servicios urbanos (ex inmobiliaria), de seguridad e higiene (que contempla la actividad comercial), la de servicios prestados por el Mercado de Abasto, la de verificación, la tasa vehicular (reúne la emisión de licencias, estadía en el corralón, taxis y remises), tasa de servicios diversos, de faena, de cementerio, de alumbrado público, de construcción y registración por el emplazamiento de estructuras soporte de antenas de comunicación móviles y sus infraestructuras relacionadas, la de verificación por el emplazamiento de las antenas, la de financiación de desarrollo de obras de gas natural y obras de interés general, y la tasa de financiamiento.
«El Código Tributario debe hacerse eco de los cambios que se produjeron desde su sanción (en 1984) hasta la actualidad. La sanción de nuestra Carta Orgánica (1991), la reforma de la Constitución Provincial (1988) y la reforma de la Constitución Nacional (1994) son posteriores», explicaron la secretaria de Hacienda, Susana Peralta, y el intendente Raúl Jalil en la fundamentación del proyecto.
Juan Cruz MirandaMenor litigiosidad
Por otra parte, se crea el Instituto de la Consulta Vinculante como mecanismo de evacuación de dudas. La intención es «diluir de manera preventiva y en el ámbito de la administración los eventuales conflictos interpretativos que resienten las relaciones fisco-contribuyentes y provocan una judicialización exacerbada de cuestiones que pueden ser resueltas en el seno de la propia administración».
«La incorporación de la consulta vinculante, nuevos deberes formales, los mecanismos para evitar la elusión tributaria, la implementación del domicilio electrónico y la posibilidad de realizar determinados oficios por vía digital encarnan un avance significativo que redundará en una desburocratización de las relaciones fiscales y una administración tributaria más eficiente», concluyeron.
Exenciones
El nuevo código prevé un nuevo régimen de exenciones tributarias «signadas por la necesidad inocultable de amortiguar los impactos sufridos por ciertos y determinados sectores de la economía», expresa el proyecto. En tal sentido, la nueva ordenanza impositiva prevé que para acceder a estas exenciones el contribuyente debe poseer ingresos iguales o inferiores al monto de la Canasta Básica Total, elaborado por el INDEC y considerados al 1º de enero de 2018.
Trabajo conjunto
De la creación de esta propuesta participaron funcionarios municipales, autoridades del Concejo Deliberante y también actores del sector comercial y empresarial, que fueron oportunamente convocados. La aprobación legislativa demandará doble lectura.