Traslado al Parque
Debido a la pandemia, este año, las celebraciones de los últimos tres días de las festividades en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle se desarrollarán en el Parque Adán Quiroga, incluyendo la Solemne Procesión el miércoles 8 a las 18.
Por eso hoy se realizará el solemne traslado de la Imagen de la Virgen del Valle hacia el nuevo escenario, ubicado en la zona noreste de la ciudad capital.
La partida desde la Catedral está prevista a las 16. El recorrido de la caravana comprenderá calle Sarmiento, avenidas Belgrano, Virgen del Valle, Güemes y Alem hasta el parque Adán Quiroga. Se solicita a los fieles que esperen a la Madre Morena en el final del recorrido.
Comida para peregrinos
El servicio de comida para los peregrinos que arriben a honrar a Nuestra Madre del Valle estará instalado en el predio del parque Adán Quiroga, hacia el sector norte del Polideportivo Capital. También habrá puestos en la plaza de Choya y la Gruta.
Los alimentos se ofrecerán los días 7 y 8 de diciembre, desde las 12 hasta 14, respetando las medidas dispuestas por las autoridades sanitarias. Para ello se utilizarán bandejas y cucharas descartables y servilletas. Habrá voluntarios con bolsas de plástico que recogerán los utensilios usados.
Los responsables de este servicio calculan que se elaborarán unas 2.000 raciones diarias.
Las personas comprometidas con esta tarea son voluntarios devotos de Nuestra Madre del Valle que reciben la colaboración de distintas instituciones y organismos públicos.
Además hay diversos grupos dispuestos en la Ruta Nº 38 que colaboran con peregrinos a través de entrega de alimentos, agua, entre otras cuestiones.
Homenaje a servidores
Ayer rindieron su homenaje a la Madre del Valle los Servidores y Colaboradores del Santuario y Catedral: Sacerdotes, Seminaristas, Damas de la Virgen, Ministros Extraordinarios de la Comunión, Equipo de Liturgia, entre otros. El padre Gustavo Flores, que concelebró la misa, enfatizó que “no somos dueños, sino que somos servidores. Estamos aquí para servir, para ser un puente, para abrir las puertas, para que los hermanos que llegan puedan encontrarse con Dios y con la Virgen”.
Los alumbrantes acercaron al altar elementos destinados a la atención de los peregrinos y las ofrendas del pan y del vino.