
Con profunda alegría y gratitud, la Pastoral Familiar del NOA celebró el encuentro de referentes regionales, realizado entre el 15 y el 17 de agosto en la ciudad de Salta. Se trata de un espacio para compartir, reflexionar y renovar el compromiso con las familias, a partir de los itinerarios catecumenales para la vida matrimonial.
Animados por este espíritu, la Casa de Retiros San Juan XXIII se convirtió en morada fraterna y espiritual, de testimonios y enseñanzas que iluminaron el camino de las familias en tiempos de desafíos y oportunidades.
Bajo el lema “Nuestras Familias, peregrinas de la Esperanza”, se vivió la belleza y la alegría de la hospitalidad, una experiencia de comunión, oración, formación y celebración que dejó huellas profundas en todos los corazones.
La convocatoria contó con la presencia de Mons. Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta, y de Mons. Luis Urbanč, obispo de Catamarca y referente de la Pastoral Familiar de la Región NOA.
Representando a la Diócesis de Catamarca participaron la familia Curarello, miembros coordinadores de la Pastoral Familiar; el matrimonio Bernardez – Murúa, secretarios, y el padre Marcelo Amaya, delegado diocesano de la Pastoral Familiar y referente de la región.
Formación y espiritualidad
Durante las jornadas se compartieron distintos momentos de formación, reflexión y espiritualidad.
En la oportunidad se realizó la presentación del Catecumenado Matrimonial y Familiar, a cargo del Pbro. Dr. Carlos Scarponi, quien, con sabiduría y ternura pastoral, invitó a redescubrir el matrimonio como vocación y camino de santidad, desde una pedagogía del amor que acompaña, forma y transforma.
Los talleres vivenciales sobre el acompañamiento a recién casados y matrimonios jóvenes, coordinados por el Movimiento Familiar Cristiano y el Centro de Orientación y Formación para la Familia (COFFAM) de la Ucasal, permitieron compartir experiencias, herramientas y metodologías de trabajo.
También se desarrollaron paneles de reflexión sobre las realidades familiares en contextos rurales, comunidades indígenas y nuevas configuraciones parentales, con valiosos aportes de profesionales y referentes pastorales.
La Adoración Eucarística, la Santa Misa y el rezo del Rosario por las familias, ayudaron a vivir momentos de profunda oración que renovaron la fe y el compromiso de cada participante.
Además, se realizó el fogón fraterno, donde se compartió con creatividad y alegría la danza, cultura, música y el humor, celebrando la gracia del encuentro y la unidad en Cristo por el bien de las familias.
Testimonios que inspiran
Algunos testimonios de los participantes expresaron: “Este encuentro fue un oasis en medio del camino. Nos vamos fortalecidos, iluminados y con el corazón lleno de esperanza”; “la propuesta del catecumenado matrimonial nos desafía a acompañar con mayor profundidad y ternura a quienes comienzan su vida conyugal”; “volvemos con nuevas herramientas para acompañar a otras familias”.
Mirando hacia el futuro
“El Encuentro Regional NOA 2025 no fue un punto de llegada, sino un nuevo comienzo. Con el corazón encendido por el Espíritu, nos comprometemos a seguir construyendo comunidades de familias que sean signo vivo del amor de Dios en medio del mundo. Ya comenzamos a soñar con el próximo encuentro, Tucumán 2026, ahí vamos”, manifestaron desde la Pastoral Familiar.
Agradecimiento
Asimismo, expresaron su agradecimiento a quienes hicieron posible este encuentro: “A Mons. Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta, por su cálida acogida y su constante impulso a la pastoral familiar como corazón de la evangelización; a Mons. Luis Urbanč, obispo de Catamarca y referente de la Pastoral Familiar Región NOA, por su visión profética y su cercanía paternal que animan a caminar juntos como Iglesia; al Pbro. Dr. Carlos Scarponi, por su entrega generosa, su profundidad teológica y su pasión por formar matrimonios que vivan su vocación con plenitud y alegría. Y a todos los miembros del equipo de la Pastoral Familiar de la Diócesis de Salta, que nos acogieron y estuvieron detrás de cada detalle para que pudiéramos encontrarnos y disfrutar de este momento de gracia y fraternidad”.