El diputado oficialista Augusto Barros refutó, con tono sarcástico, un planteo del
presidente del bloque radical en la cámara baja, Víctor Luna. El opositor había
criticado que mientras la Comisión de Asuntos Constitucionales debate la reforma del
Estado, por decreto el Gobierno suspendió las adscripciones.
“Luna tiene más problemas que el plomero del Titanic”, ironizó Barros para remarcar
que el decreto del Ejecutivo “se refiere al impedimento de nuevas adscripciones y/o
comisiones de servicios y considerar las existentes como facultad propias del poder
administrador y dentro de la administración central”.
Es decir, “poco y nada tiene que ver con el artículo 11 del proyecto de la reforma del
Estado a la conclusión de todas las adscripciones a partir de que sea Ley la
propuesta del Ejecutivo”. Así, Barros explicó que lo dispuesto en la iniciativa “guarda
estricta relación con la estructura por cuanto una vez que se produzca la reforma del
Estado no existe lógica para producir dos movilidades ya que con el consenso de los
trabajadores cada uno de ellos prestará servicios en su lugar de revista definitivo”.