En este sentido anticipó que habrá también «efecto de segunda vuelta» que viene a compensar toda pérdida directa y «ahí se están estudiando algunas cosas que seguramente se van a anunciar en los próximos días, por ejemplo, vinculadas al impuesto PAÍS, impuesto sobre las importaciones de algunos bienes para tratar de compensar un poco más eso.
«El impacto impositivo se va a compensar. Me parece que hay un consenso generalizado muy fuerte de que hay que avanzar hacia el equilibrio fiscal, más allá de lo ideológico porque hay algunos sectores de la ortodoxia que afirman que la causa de todos los males del universo es el déficit fiscal, otros creemos que no es así, pero más allá de eso no están dadas las condiciones en Argentina hoy para seguir con una situación de déficit fiscal porque se torna imposible financiarlo y así no hay programa de estabilización que tenga éxito, si no arrancas con un ordenamiento fiscal», reconoció.
«Entonces obviamente que se van a contemplar estas cosas y por eso es importante lo que aparece ahora en el presupuesto para el año que viene que se mandó al Congreso, donde se introdujo una separata como un anexo donde hay un planteo sobre un montón de impuestos, de exenciones impositivas y un montón de cuestiones que se ponen en discusión. Es decir, discutamos todos estos impuestos porque el año que viene hay que alcanzar el equilibrio fiscal».
En este contexto vuelve a entrar la discusión acerca de si los jueces deben pagar ganancias o por la vigencia de algunos regímenes promocionales como el de Tierra del Fuego.
Expectativas por el escenario futuro
Por otra parte, D’Atellis se mostró optimista con respecto a la recuperación de las reservas del Banco Central.
«El stock de reservas está en torno a los 27.000 millones de dólares. La situación hoy, obviamente que es delicada en función del nivel de reservas históricas para Argentina, pero son momentos que con el impacto de una sequía, de esta magnitud, es lógico. El año que viene se van a recomponer por la exportacióndel sector agropecuario», señaló.
Además, se mostró optimista con respecto a la inflación ya que el presupuesto contempla un índice del 70%.
«Se va a tratar de bajarla significativamente ya a partir de enero del año que viene. Ahora no se puede bajar porque no están dadas las condiciones. La escasez de divisas es una realidad, la incertidumbre que generan los próximos dos eventos eleccionarios son otra realidad, hay presión sobre la brecha cambiaria y todo esto hace que sea difícil intervenir. Hay que trabajar para bajarla rápidamente», justificó.