Tras más de 26 años en la calle como moneda de curso legal, pasando incontables veces de mano en mano, a los billetes de dos pesos les llega su final.
Ya dejaron de ser considerados dinero. Se convirtieron en «papel pintado» sin ningún poder de compra y sus pares de cinco pesos heredaron la condición de ser los de menor denominación en la República Argentina.
La cuenta regresiva terminó. Según dispuso el Banco Central (BCRA), desde las 0 de este martes 1° de mayo, los papeles con el rostro de Bartolomé Mitre perdieron «validez de forma definitiva». Después de esto, las autoridades indicaron que toda la masa de billetes «serán desmonetizados» y saldrán de circulación, tal como se anunció.
La fecha de caducidad de los billetes se había avisado a fines de octubre del año pasado, cuando todavía circulaban más de 400 millones de unidades. Eso provocó que muchos negocios se hayan adelantado a dejar de aceptarlos, lo que generó quejas por parte de los consumidores e incluso algunas multas.
Frente a esos problemas, el Banco Central aclaró que hasta el 30 de abril, fecha límite de su validez legal, los billetes de dos pesos debían «ser aceptados en los comercios como forma de cancelación de cualquier pago».
De todos modos, la entidad monetaria dio un mes más para que quienes se hayan quedado con algunos billetes puedan canjearlos en los bancos.
«Luego del 30 de abril, quienes tengan billetes de 2 pesos podrán canjearlos por monedas u otros billetes, o bien depositarlos en una cuenta, hasta el 31 de mayo en las casi 5.000 sucursales bancarias de todo el país», explicó el Central.
Allí aclararon además que todos los bancos, públicos o privados, tendrán la obligación de aceptarlos hasta esa fecha, tanto para sus clientes como para quienes no lo son. «Quien no haya entregado los billetes el 31 de mayo deberá tirarlos a la basura», advirtieron.
¿Cómo sigue el proceso? Desde junio, los bancos deberán juntar todos los billetes de 2 pesos que hayan recibido, agruparlos en paquetes de mil unidades, hacerles gruesas perforaciones y enviarlos al Banco Central, donde finalmente se encargarán de triturarlos y destruirlos por completo.
Circulan billetes de dos pesos desde el 1° de enero de 1992, cuando entraron en vigencia con un valor de 20 mil australes. En 1997, en tanto, adquirieron el diseño que duró hasta la actualidad, con el retrato de Mitre en el anverso y un dibujo de la casa del prócer en el reverso.
Por haber sido durante tantos años los billetes de menor denominación, y los que más veces pasan de mano en las transacciones cotidianas, los papeles de dos pesos salen de circulación con un estado de deterioro muy avanzado. La mayoría se encuentran muy desgastados, con rajaduras, partes faltantes y remiendos.
Lo otro que tuvo una fuerte erosión en los últimos años fue su poder de compra, por la alta inflación acumulada. En los noventa, durante la convertibilidad, el billete de dos pesos había sido equivalente a dos dólares. Muy lejos de eso, al tipo de cambio actual, el «Mitre» se despide sin capacidad de comprar ni una monedita de 10 centavos de dólar.