Durante este fin de semana se produjo otra fatalidad por siniestro vial, cerrando el mes de octubre con diez muertes y lo que va del año con 68.
Si se promedia este número, se obtiene que en lo que transcurrió de este año, cada cinco días alguien murió a causa de la inseguridad vial.
El dato es idéntico si se lo compara con la misma fecha pero del año 2015, el cual cerró con un total de 95 muertes.
Este año, octubre fue el segundo mes donde más muertes se registraron, siendo sólo superado por febrero, donde las personas que perdieron la vida fueron una docena.
Según se puede observar, la principal causa de estas muertes es el factor humano.
Los catamarqueños cometen múltiples imprudencias a la hora de conducir, que van desde ir atendiendo el teléfono celular o no usar casco protector, a la falta de cinturón, la realización de picadas y la conducción bajo la influencia de estupefacientes y alcohol.
Semanas atrás, la directora de Tránsito Municipal, Itatí Acevedo, reveló que en lo que va del año detectaron un total de 334 conductores en estado de ebriedad.
El dato solamente abarca la Capital, pero entre las fatalidades ocurridas en el interior provincial, el caso más repetido es el de jóvenes que conducen motocicletas ebrios y sin casco, que impactan postes o derrapan, en un horario que da a entender que salieron del boliche o de alguna reunión con consumo de bebidas.
Otro de los factores totalmente evitables que causan numerosos siniestros es el de los animales sueltos en rutas y caminos, una irresponsabilidad que se intenta combatir pero que tiene tal magnitud que el personal de Seguridad Vial no da abasto, por lo que se intenta endurecer las sanciones.