El presidente electo Javier Milei adelantó ayer que tras asumir enviará al Congreso
un paquete de reformas del Estado para empezar a atacar el problema
inflacionario. Confirmó que, para ello, llamará a sesiones extraordinarias: “No
vamos a esperar a marzo a que vengan las ordinarias”, explicó en La Cornisa.
“El día 11 entra un paquete enorme con reformas del Estado. No vamos a esperar
a marzo a que vengan las ordinarias. Vamos a llamar a sesiones extraordinarias y
vamos a tratar todos estos temas porque es urgente. No podemos esperar hasta
marzo, porque empieza a caer la demanda de dinero. Los problemas hay que
resolverlos cuanto antes”, agregó en diálogo con LN+.
“Más vale que los problemas del Banco Central los empecemos a resolver cuanto
antes, y no solo eso, sino que, además, empecemos a resolver la cuestión fiscal,
para no solo frenar la emisión que genera déficit fiscal, sino también como la
inflación está tomando curso, limpiar el sobrante de dinero por suba del PBI
nominal”, especificó en cuanto a sus primeras medidas a las que categorizó dentro
de un “plan de shock”.
Milei insistió varias veces con que el ajuste que se viene será grande: “Si es
desordenado, va a ser un caos. Lo que proponemos es un ajuste ordenado. El
impacto va a ser duro, pero menos duro”, consideró. Lo ató también a las variables
externas y a la reducción de la tasa de interés. Ante las posibles consecuencias de
un recorte alto del gasto público, el presidente electo anticipó que para eso “habrá
contención social”. “La única billetera abierta es la de la ministra de Capital
Humano”, precisó.
También se refirió a las idas y vueltas en la formación de su gabinete y sugirió que
algunos de los que se “bajaron” antes de asumir, lo hicieron “por miedo”. “Estamos
armando un seleccionado”, indicó, antes de viajar a Estados Unidos. “Necesito los
mejores para resolver un problema de características enormes”, esgrimió.
Sostuvo que desde que ganó el balotaje contra Sergio Massa “pasaron muchas
cosas”, entre ellas, algunas bajas en sus líneas que ya habían sido confirmadas
desde antes de las elecciones, como Emilio Ocampo en el Banco Central. “Hay
que ir adaptándose, sino te estrellas con la pared”, definió.
El líder de La Libertad Avanza justificó los cambios a último momento como parte
de una “flexibilidad” en busca del mejor equipo posible. “Estamos armando un
seleccionado y a veces en la dinámica algunos jugadores te dicen que no les
interesa el partido”. Explicó que “desde la tribuna se ve fácil, pero cuando te tenés
que calzar las medias y los botines, muchos se dan cuenta que no estaban para
eso”.
En la misma línea, se mostró dispuesto a incorporar en sus equipos de trabajo
ministeriales a miembros de Pro, tras el apoyo brindado por el expresidente
Mauricio Macri y la excandidata presidencial Patricia Bullrich: “Se abre una
posibilidad de integración y fusión de equipos para construir uno muchísimo
mejor”.
El próximo jefe de Estado dijo que la buena relación con el Pro “amplía el menú de
opciones para elegir a los mejores”, y mediante una metáfora explicó: “Si veo un
cuadro que me parece fabuloso, pero que no lo podía incorporar porque estaba en
otra estructura, ahora lo llamo yo directamente porque quiero tener a los mejores”.
Consultado respecto a si Luis “Toto” Caputo sería el ministro de Economía de su
gestión, Milei no lo negó, y en cambio lo mostró como la persona “ideal para
arreglar el problema de las leliqs”, uno de los puntos principales que advirtió que
abordará a partir de asumir su mandato. “No hay mayor experto financiero en la
Argentina”, insistió.
Por otro lado, destacó dos indicadores que observan sus equipos para continuar
con las medidas económicas: el riesgo país y la cotización de las empresas.
“Cuando baja el riesgo país, quiere decir que la tasa de interés está bajando, y
cuando es por condiciones naturales, todos los activos valen más”, aseguró.
Por último, se encargó de aclarar cómo actuaría frente a las manifestaciones en
contra de sus medidas. “Dentro de la ley todo, afuera nada”, enfatizó. “A Los que
violen la ley van a pagar las consecuencias. La protesta tiene sentido y es algo
consagrado, pero no tiene que violentar las voluntades del resto de argentinos”,
marcó el presidente electo.