Ayer a la mañana, el médico que fue arrestado este martes por distintas denuncias
de abuso sexual, hechos que presuntamente habría cometido mientras ejercía la
profesión en consultorios de distintos centros de salud, fue imputado por siete hechos
de abuso sexual. Estos tienen como base cuatro denuncias de distintas mujeres, dos
de ellas menores de edad al momento de los hechos. El hombre fue identificado
como Luis Villalobo y ayer se abstuvo de declarar ante la fiscal Miryam López.
En cuanto al caso de la joven que valientemente brindó su testimonio en El
Esquiú.com, publicado ayer, el sujeto fue acusado por el delito de “abuso sexual
doblemente ultrajante”. Además, se analiza el resto de las denuncias, incorporando
los respectivos protocolos de abuso y las pericias psiquiátricas efectuadas a las
presuntas víctimas, además de las declaraciones por medio de Cámara Gesell en el
caso de las jovencitas.
En 2017, el profesional fue demandado por la víctima de 29 años. En la denuncia, la
joven detalló que le introdujo irregular y reiteradamente un aparato ecográfico en las
zonas anal y vaginal cuando acudió a recibir asistencia médica a la maternidad 25 de
Mayo. El médico fue apartado de ese cargo, pero siguió ejerciendo en otros centros
de salud, como el minihospital de Villa Dolores y otros sanatorios privados del Valle
Central.
El sujeto, que cuenta con el servicio del letrado Víctor García como defensor, ayer se
abstuvo de prestar su declaración aludiendo que se habría descompensado al ser
trasladado a Fiscalía General y su representante no descartó que vaya a declarar en
las próximas horas.
¿Cómo se hace una ecografía intravaginal?
Páginas especializadas a la salud sexual femenina indican que el examen es hecho
con la mujer acostada en una silla ginecológica con las piernas abiertas y ligeramente
dobladas. Durante el examen, el médico inserta el aparato de ultrasonido, que está
protegido con un condón y es lubricado para ser introducido en el canal vaginal y lo
puede mantener allí entre 10 y 15 minutos, pudiendo moverlo levemente para obtener
mejores imágenes.
Tal y como surge de la información especializada, bajo ningún punto de vista el
profesional de la salud que lleva a cabo el procedimiento debería acariciar a la
paciente mientras le inserta el aparato, tampoco moverlo reiteradamente, mucho
menos ingresarlo en la zona anal, ya que está diseñado específicamente para un
estudio por imagen que tiene por objetivo examinar la pelvis femenina y sus órganos.