La empresa MARA -Minera Agua Rica Alumbrera- ratificó su apertura al
diálogo y como muestra abrirá sus puertas apuntando a que el intendente
de Andalgalá, Eduardo Córdoba, concejales y la comunidad de Choya
observen cómo funciona el emprendimiento y escruten personalmente los
continuos controles ambientales a los que se ciñen. Para ello y con la
invitación ya enviada, dispusieron pausar las operaciones por un lapso de
dos semanas.
A través de una carta documento dirigida al jefe comunal, la empresa le
recuerda que en la actualidad las actividades desarrolladas son de
exploración avanzada, siempre de acuerdo a los permisos otorgados por
las autoridades provinciales y “bajo el cumplimiento estricto de todas las
regulaciones vigentes junto a las mejores prácticas de la industria,
siguiendo todas las indicaciones y recomendaciones del Ministerio de
Minería y de la Dipgam”.
En un tramo del documento legal y como muestra de su disposición al
diálogo, MARA deja en claro la invitación a visitar la zona a fin de evacuar
dudas. “Para ampliar la información, en línea con nuestro compromiso de
escuchar y respetar la preocupación de la comunidad expresada de
manera pacífica, invitamos en el marco de la buena fe de todos los actores
interesados, a la Municipalidad y/o sus representantes y a la comunidad de
Choya del área de Campo Grande a visitar el sector a la mayor brevedad
junto con reguladores provinciales”, dice el texto.
En este orden de ideas, explica que para eso “detendremos el avance de
la operación de perforación en el sector de trabajo de Campo Grande por
las próximas dos semanas”. “El objetivo es que podamos conversar y
evacuar cada una de las inquietudes expresadas en su nota”, acota en
referencia a la carta documento que envió el intendente de la ciudad
cabecera andalgalense.
Además, remarca que para la firma minera “el cuidado del ambiente sano y
el recurso hídrico son partes fundamentales de su filosofía para el diseño
del Nuevo Proyecto MARA”. También reseña que la empresa es
catamarqueña “con más de 280 colaboradores de Andalgalá, que trabajan
con los mejores protocolos para cuidar los recursos naturales de Andalgalá
y de Catamarca”.
Incluso, en el documento, la firma subraya que están a disposición para
“ser parte de cualquier mesa de diálogo para el intercambio razonable y
amistoso de ideas, para comprender la problemática histórica del acceso al
agua en su comunidad y ofrecer apoyo para buscar soluciones concretas”.
“MARA está comprometida con todas las comunidades y cree firmemente
que todas las inquietudes y preocupaciones se pueden abordar de manera
pacífica, técnica y científicamente en una Mesa de Diálogo con el
Municipio, las autoridades regulatorias provinciales y los representantes de
la comunidad, por lo que respetuosamente se requiere una reunión con el
intendente a la mayor brevedad a efectos de coordinar planes de acción
concretos hacia el futuro”.
En tanto, refutan que se haya provocado daño ambiental alguno y por lo
tanto que exista ningún deber de reparar como también que se haya
impedido el uso de agua potable. En este sentido, rechazan que por
alguna acción se haya producido “modificación de estructuras, haciéndola
no apta para uso y consumo humano” y se hayan ocasionado daños y
perjuicios al ecosistema.
