Para sorpresa de nadie, los móviles ‘de Pablo Escobar’ eran una estafa. Así lo acaba de confirmar una sentencia del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Olof Kyros Gustafsson, exdirector ejecutivo de la empresa Escobar Inc., se ha declarado culpable de fraude y blanqueo de dinero ante un tribunal federal de California. El que fuera CEO de la compañía ha estado bajo custodia desde el 28 de marzo, cuando fue extraditado a Estados Unidos desde España, donde fue arrestado en diciembre de 2023.
Según el comunicado oficial, Gustafsson reconoció su culpabilidad ante las siguientes acusaciones: un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico y fraude postal, un cargo de fraude electrónico, un cargo de fraude postal, un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero, un cargo de ocultamiento de lavado de dinero y un cargo de ocultamiento internacional de lavado de dinero.
Ahora se enfrenta a una sentencia máxima legal de 20 años de prisión federal por cada cargo relacionado con fraude y hasta 10 años de prisión federal por cada cargo relacionado con lavado de dinero.
Además, como parte de su acuerdo de culpabilidad, ha aceptado pagar hasta 1,3 millones de dólares en restitución a las víctimas, así como también confiscar los fondos que fueron producto de los esquemas de fraude, incluyendo dinero que actualmente se encuentra en una cuenta bancaria en Suecia.
La pena final se conocerá el próximo 5 de diciembre, fecha en la que el juez federal de distrito ha programado la audiencia de sentencia.
Una empresa problemática desde sus inicios
Escobar Inc. fue fundada en Puerto Rico por el hermano de Pablo Escobar, Roberto de Jesús Escobar Gaviria, quien pasó 12 años en prisión por su papel en la organización criminal del capo de Medellín.
La compañía utilizaba la imagen de Pablo Escobar para comercializar y vender supuestos productos de consumo al público, si bien en España y Europa tenía prohibido operar: Roberto de Jesús intentó entrar en el viejo continente en 2022, pero la oficina de propiedad intelectual de la UE (EUIPO) rechazó su solicitud de marca, una decisión que después respaldó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea alegando que Pablo Escobar no podía registrarse como marca comercial en nuestro territorio.
En 2019 la empresa lanzó un smartphone plegable que se viralizó rápidamente: el Escobar Fold 1, con un llamativo acabado en dorado, costaba entre 349 dólares (unos 315 euros) y 499 dólares (451 euros), según su capacidad de almacenamiento, y era un dispositivo exclusivo, ya que solo se habían fabricado 100.000 unidades. Por supuesto en sus anuncios no faltaban las mujeres con poca ropa y las llamas.
El hermano de Pablo Escobar llegó a asegurar que iba a “vencer a Apple” con sus smartphones: “Corté las redes y los minoristas para vender a los clientes teléfonos que pueden doblarse por solo 349 dólares, teléfonos que en las tiendas cuestan miles de dólares por Samsung y otros. Este es mi objetivo, vencer a Apple, y haciéndolo yo mismo como siempre lo he hecho”.
Sin embargo, un año después, cuando la compañía lanzó su segundo modelo, se descubrió la estafa: un youtuber demostró que el Escobar Fold 2 no era otra cosa que un Samsung Galaxy Fold con una pegatina dorada por encima. La misma empresa a la que Roberto Escobar criticaba por el precio de sus productos.
Así fue la estafa de los móviles de Pablo Escobar
Aunque todo apuntaba a que había algo fraudulento detrás de Escobar Inc., las sospechas se confirmaron cuando los dispositivos prometidos llegaron. O, más bien, nunca lo hicieron.
El propio youtuber que destapó que se trataba de un móvil de Samsung con una pegatina afirmó entonces que había comprado tanto el primer modelo como el segundo y nunca le habían llegado, si bien después de reclamar públicamente la empresa le envió una unidad para hacer una review.
¿Cómo se gestó todo? Ahí es donde entra Gustafsson, el supuesto cerebro de la operación. Según su acuerdo de culpabilidad citado por el Departamento de Justicia de EE. UU., Gustafsson fue el director ejecutivo de Escobar Inc. entre julio de 2019 y noviembre de 2023.
Ciudadano sueco de 32 años y apodado ‘El Silencio’, bajo su dirección la empresa comercializó diversos productos, incluidos un lanzallamas y una criptomoneda física, además de los ya mencionados Escobar Fold 1 y Escobar Fold 2.
“A pesar de recibir los pagos de los clientes, Gustafsson no entregó los productos de Escobar Inc. a los clientes que pagaron porque los productos no existían”, afirma el comunicado del Departamento de Justicia. La compañía hacía las transacciones a través de PayPal, Stripe y Coinbase, entre otros procesadores de pago, así como transferencias bancarias y electrónicas.
La sentencia corrobora lo que el youtuber ya había destapado: “Para continuar con el plan, Gustafsson envió muestras de los supuestos productos de Escobar Inc., fabricadas de forma rudimentaria, a reviewers de tecnología e influencers de redes sociales para intentar aumentar la demanda”.
Según la acusación oficial, Gustafsson les enviaba por correo un ‘Certificado de Propiedad’, un libro u otros materiales promocionales de Escobar Inc. “para que quedara constancia del envío de la empresa al cliente”. “Cuando un cliente que pagaba intentaba obtener un reembolso cuando el producto nunca se entregaba, Gustafsson, fraudulentamente, remitía al procesador de pagos al comprobante de envío del Certificado de Propiedad u otro material como prueba de que el producto se había enviado y que el cliente lo había recibido, de modo que las solicitudes de reembolso fueran denegadas”.
Las cuentas bancarias, para dificultar su rastreo, estaban ubicadas en Estados Unidos, Suecia y Emiratos Árabes Unidos.