La pérdida del poder adquisitivo de las familias catamarqueñas sería uno de los motivos principales por el que carniceros consultados aseguren que las ventas decayeron durante todo el año, a tal punto que compran la mitad de lo adquirían a principio de año por la simple razón que no venden. Lamentan que la suba de precios haya sido una de las causas principales y que pese a que se frenaron meses atrás no pudieron recuperar a los clientes.
Gustavo, reconocido carnicero de la zona norte, consideró que la pérdida en el consumo es por la crisis, que recrudeció a principio de año y llevó a que la gente destine el mismo monto aunque lleve escasa cantidad del producto. También que solía comprar por semana entre 1.000 kilos de carne y 1.300 a principio de año y termina este 2018 comprando entre 450 y 600 kilos de carne semanal.
“Se vende la mitad de la carne que solía vender, o menos a veces. Es increíble pero la gente que llevaba $50 de blando cuando el kilo salía $110, ahora siga llevando $50, cuando el blando sale casi $200; es decir la gente no tiene más dinero y dejó de destinar plata en carne. Nosotros nos reinventamos, tenemos que vender una serie de otros productos, como huevos, milanesas de pollo, chorizos, salchichón, entre todo lo que ustedes ven aquí, porque de lo contrario no podríamos seguir”, lamentó el carnicero.
Agregó que la carne subió en varias oportunidades como también la faena, la que solía pagar $4,20 a $9,20 por kilo.
“Todo aumentó y esto hizo que el consumo de carne baje, para mí, hasta un 60 por ciento, al mismo tiempo que bajaron las ganancias porque tengo carne de primera calidad que debería costar $280, pero no puedo aumentar porque no la van a llevar, entonces ganamos menos. También hacemos ofertas de asado de buena calidad y es lo que la gente lleva; siempre estamos atentos y hacemos todo para vender un poco más”, resaltó.
Darío Moya, carnicero de avenida Güemes, opinó que temen nuevos aumentos para fin de año, pero aún desconoce los montos y si podrá trasladarlos al mostrador ante las bajas ventas. “Vendo mucho menos que hace varios meses; si tuviera empleado no podría con la carnicería porque no alcanza; la gente compra los fines de semana un poco más pero los días de la semana viene con el dinero justo, no podemos ponerle un gramo más porque compra por el importe y no por kilos”, resaltó.
A su vez, dijo que la carne subió cinco veces por mayor y no pudo trasladar todos los incrementos.
“Antes la carne aumentaba y la gente compraba igual, ahora dejó de comprar; cuando nos subieron $2 no lo trasladé al mostrador, lo asumí pero cuando aumentaron $10 no me quedó alternativas. La situación está muy difícil para los carniceros porque a nosotros nos aumentan y la gente no consume, puso un tope en sus gastos”, resaltó.
“A principio de año vendía 10 medias reses, es decir unos 1.100 kilos de carne semanal, ahora vendo 4 o 5, lo que equivale a menos de 600 kilos de carne”, lamentó.
«La caída del consumo es por la crisis»
Renzo Canata, gerente de la firma Natilla S.A, consideró, al igual que los carniceros, que existe una baja en el consumo, pero que de manera oficial superó en octubre poco más del 10 por ciento. Dijo que la baja es porque la gente comenzó a buscar sustitutos y avizoró que las próximas semanas no se elevarían los precios a nivel pais, porque de hecho la caída es nacional.
«Conocemos que el carnicero no trasladó todos los aumentos y se proyectan precios estables por la baja demanda. De todas maneras difícilmente en Catamarca podamos retornar a los niveles de consumo que se han perdido», expresó.