Walter Juárez (35), un joven que transportaba 57 cápsulas de cocaína en su estómago y se entregó a la Justicia, falleció el sábado luego de que se descompensara en el hospital San Juan Bautista, donde estuvo internado por 25 días.
Según información a la que pudo acceder El Esquiú.com, el hombre se presentó en forma espontánea el pasado 11 de abril en la delegación Catamarca de la Policía Federal Argentina, ubicada en calle San Martín 244.
Allí, aparentemente Juárez había manifestado que tenía en su interior alrededor de 60 cápsulas de cocaína que transportaba desde el vecino país de Bolivia hacia esta provincia.
Presentación espontánea
De acuerdo a fuentes policiales, efectivos que se encontraban de guardia en la delegación aquel día, convocaron inmediatamente al personal médico del Same, quienes lo trasladaron al hospital San Juan Bautista donde se implementó el protocolo para este tipo de casos.
Presuntamente, según surgió de la investigación, esta persona tenía problemas para expulsar las cápsulas, por lo que buscó refugio en la Justicia, ya que temía por su salud.
Una vez que los profesionales médicos del hospital intervinieron, advirtieron las dificultades del caso, ya que se trataba de una persona que padecía otras afecciones de salud que complicaban el panorama.
En este contexto, desde un principio la Justicia federal dispuso que esta persona quede bajo custodia por parte de la fuerza federal, ya que estaba supeditada a la causa y se aguardaba su evolución para poder ser indagado por el juez.
No obstante, el 1 de mayo el joven se descompensó y debió ser intervenido. A pesar del esfuerzo de los médicos, una infección le habría provocado una falla multiorgánica que finalmente le causó la muerte.
Investigación
Según los datos que surgieron por parte de los investigadores, el sujeto que estaba bajo la lupa de la Justicia federal, transportaba la sustancia desde Bolivia y si bien la acción penal quedó extinguida por la muerte del joven, la investigación continúa ya que se desprendió que habría más personas involucradas amén de que la droga era para algún narco local.
Problemas de salud
Por otro lado, según se conoció, Juárez padecía de ciertos problemas de salud que le complicaron su situación al transportar la droga bajo la modalidad de «mula”.
Cabe destacar que en el caso de la cocaína, la cual fue ingerida por vía estomacal, si es detectada a tiempo, se lleva a cabo un proceso de evacuación controlado por los médicos, puede tardar un promedio de 40 horas y, en caso de que alguna de ellas se disolviera, podrían salvarle la vida, no así en el caso de que fueran más de una ya que esto le habría provocado la muerte.
Si bien este no fue el caso, se supo que el fallecido hacía algún tiempo había sido intervenido quirúrgicamente, por lo que había perdido parte de su intestino grueso, hecho que habría colaborado en la complicación para expulsar los cerca de 600 gramos de la droga, distribuida en 57 cápsulas.
Tras estar internado cerca de 25 días, Juárez logró expulsar 56 cápsulas de las 57 que tenía, pero cuando los médicos se disponían a retirar la última, su estado de salud empeoró y falleció a los pocos días.
Fuentes judiciales confirmaron que la última cápsula se encontraba íntegra, por lo que se sospecha que las causales de la muerte habrían sido afecciones de vieja data que se complicaron al transportar la sustancia en su cuerpo.
Hecho
En la madrugada del pasado 11 de abril, Walter Juárez se presentó en la delegación de la Policía Federal ubicada en calle San Martín 244 y pidió auxilio ya que según él, no podía expulsar cápsulas de drogas que ingirió en el vecino país de Bolivia.
Luego de ello, fue internado y permaneció cerca de 25 días ya que el protocolo se ralentizó debido a problemas de salud que padecía Juárez, además del estado delicado en el que estaba, ya que se trataba de una persona adicta al consumo de estupefacientes.
