Luego de que el diputado provincial Rubén Manzi (CC-ARI) realizara un escrito titulado «Dislexia y legislación: peligro de sobrediagnóstico y etiquetas”, en donde expresa, entre otras cosas, que propiciar planes de detección masivos y tempranos de entidades difíciles de definir y abordar cómo es la dislexia puede llevar a un sobrediagnóstico, distorsión habitual en entidades que se «ponen de moda”, inducir a padres y docentes a suponer diagnósticos fijos, caer en la mala praxis de etiquetar tempranamente a chicos, generando nuevas estigmatizaciones y demás, Gustavo Abichacra, médico pediatra y presidente de Disfam Argentina, Asociación Dislexia y Familia, en diálogo con El Esquiú.com apuntó contra el legislador. «La verdad, fue una discusión que nosotros tuvimos en Nación que ya está superada. De hecho, la ley salió con el 100% de los votos a favor y obviamente la han perdido por el hecho de la falta de actualización que tiene este tipo de conceptos y que considero, no sólo yo, sino la Sociedad Argentina de Pediatría, el Garrahan y demás, que estas teorías fueron las que llevaron al fracaso indefectiblemente a nuestros hijos”, manifestó.
«Soy pediatra, padre de un chico con dislexia y siempre digo que hay que vivir esta situación porque los médicos, incluso los neurólogos, no sabemos absolutamente nada de esto hasta que nos toca vivirlo. Yo hace más de ochos años que me dedico a esto simplemente por mi hijo”, indicó.
Asimismo, agregó:
Esos conceptos los hacen los psicoanalistas, que son fundamentalistas psicoanalistas, es decir que tienen esta visión del constructivismo puro y que todo lo demás no sirve para nada”.
Enseñanza de la lectura
Con respecto a la enseñanza de la lectura, apuntó que «nuestro cerebro no está preparado para aprender a leer; sí está preparado para aprender a hablar. Entonces, necesita un entrenamiento preciso y una enseñanza formal de la lectura. Pero también se mezcla, aunque no lo crea, una cuestión política. Enseñar la lectura pareciera que fuera autoritario y descubrirla pareciera que fuera ‘progre’. Incluso en Rusia y en Cuba se enseña con el método fonético la lectura, por lo que insistimos que hay que aprender a utilizar, porque la mayor parte de la gente si no se le enseña no va a aprender y el disléxico mucho peor”.
Cuestión de «moda”
Por otra parte, Abichacra expresó que «cuando dicen que esto es una moda, hay que pensar cómo va a ser una moda, si siempre estuvieron en frente nuestro. Se están diagnosticando ahora porque se sabe, pero no porque es una moda. En el fondo, cuando se dicen esas cosas a los que se termina lastimando son a estos chicos que sufren y sus familias”.
«Lo que dice el doctor también es que no todo es dislexia, que la dislexia es una enfermedad y no es una enfermedad; es una condición diferente del ser humano, lo dice todo el mundo. Él dice que se confunden cosas; si no se le enseña a leer bien con un método adecuado, obviamente que no va a comprender la lectura, pero eso no es dislexia. Dislexia es una persona sana que no puede adquirir una lectura en forma fluida, exacta y automatizada a pesar de una enseñanza formal y a pesar de ser sano”, afirmó.
En esa línea, agregó que «para la gente tener un diagnóstico es liberación, porque hasta ese momento estos iluminados piensan que son vagos o lo que es peor, que necesitan un tiempo madurativo y no es así; cada chico tiene su tiempo. Entonces, hacen una mezcla de conceptos y es por no saber, por no estudiar. Ahora todos son expertos; antes nadie hablaba de dislexia hasta que salimos nosotros, salió la ley; es decir, ahora todos son expertos y nunca en la vida han diagnosticado un solo disléxico”.
Por último, el especialista expresó que «esto nos molesta porque conocemos el dolor que produce, la depresión. Por estas cosas de etiqueta se etiquetan las cosas, no las personas. La etiqueta es la de vago, la de burro; lo otro es un diagnóstico”.