Los jueces de la Cámara Penal Nº 1 condenaron ayer a un hombre de 62 años acusado de abusar sexualmente de su sobrina cuando ésta tenía apenas 10 años. El fiscal de la causa había pedido 20 años de reclusión, al igual que la querella, por lo que el veredicto causó un gran malestar en familiares de la víctima.
Con un voto en disidencia del juez Carlos Rodolfo Moreno, los magistrados Fernando Esteban y Carlos Alberto Roselló decidieron absolver al acusado del delito más grave por el que acudió a juicio, además de sacarle los agravantes, por lo que la sentencia quedó por abuso sexual simple.
El fiscal Javier Herrera y la querellante Alejandra Sauzuk habían solicitado durante los alegatos una pena de 20 años de prisión por cinco hechos, uno de abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa, doblemente agravado por la guarda y por el daño psicológico ocasionado a la víctima, y abuso sexual simple agravado.
Según fuentes judiciales, todos los hechos fueron probados durante la audiencia, ya que tres peritos, uno oficial y dos de las partes coincidieron en el informe de cámara Gesell realizado a la niña: habría sufrido un grave trastorno psicológico producto de los ultrajes.
Los testimonios de la denunciante y los testigos fueron contundentes a pesar del tiempo transcurrido hasta que el caso llegó a juicio.
Por su parte, la letrada Sauzuk manifestó que aguardará los fundamentos de la sentencia, a la cual la considera “irrisoria” teniendo en cuenta el caudal de material probatorio que se presentó en el debate, para apelar el fallo.
Los hechos sucedieron entre 2010 y 2012. En uno de ellos, el más importante, el depravado habría llevado a una finca de Nueva Coneta a la víctima, donde habría intentado accederla carnalmente, pero gracias a un cuidador del predio el hecho no fue consumado. Fue absuelto de esa imputación.
En los otros hechos, que sucedieron en la Capital, el sujeto habría manoseado a la jovencita y la habría obligado a que lo toque en sus partes íntimas bajo amenazas de matarla al igual que a sus padres.
