PARTICIPO DE LA INAUGURACION DE SU CANCHA Y TRIBUNAS
Pertenece a una familia íntimamente ligada a Tesorieri, a punto tal que su casa era como la segunda sede de la institución. Jugó por espacio de 20 años en primera división y, actualmente, a los 64, le sigue dando a la redonda en la Liga de Veteranos.
Rafael “Tatín” Morales, a él nos referimos, sino él más efectivo, está considerado como uno de los máximos goleadores de la historia de Tesorieri, institución que este miércoles estará cumpliendo 89 años de existencia.
Una gran trayectoria
Apasionado hincha de Tesorieri y del fútbol en general, en la entrevista con “Deporte y Nostalgia”, comentó de su extraordinaria trayectoria.
“Nací en 1958 y mi vida, al igual que el resto de la familia, estuvo ligada al club de mis amores. Mi casa era como la segunda sede. Allí, en la calle Salta entre Perú y avenida Belgrano, se juntaban todos. Crecí junto a notorias figuras del club y los changos del barrio. De esta forma, te puedo nombrar al ‘Piji’ Villafáñez, Oviedo, el ‘Ratón’ Nieto, ‘Agayoba’ Iriarte, ‘Oreja’ Pérez, René Juárez, el ‘Selvita’ Agüero, los chacareros Varela, Jodar y Castillo y tantos otros. También a mi casa, como lo puedo mostrar en fotos, cuando yo tenía 4 ó 5 años, llegó el arquero de Boca Juniors, Américo Tesorieri, en homenaje al cual lleva su nombre nuestro club. Lo recibieron papá y mamá y también estaban presentes ‘Nietito’, viejo fotógrafo del diario La Unión, el ‘Pollo’ Díaz o ‘Panchito’ Cisneros. Mi padre era todo para Tesorieri. Además de arquero, ‘Pepitero’, como lo apodaban, hacía de utilero, masajista o de lo que fuera. Mi hermano, Humberto ‘El Mate’ Molina, fue arquero por largos años y mi otro hermano, ‘el Negro’, también vistió la casaca ‘azulgrana’”.
¿Cuáles fueron tus inicios en la institución?
“Hice todas las inferiores y me tocó debutar en primera antes que cumpliera los 15 años, a mediados de los 70. Recuerdo que teníamos una quinta división con grandes jugadores y la dirección técnica de Nicolás ‘Chato’ Cuello, con quien ganamos un par de campeonatos. Prácticamente todos, cuando se produjo el recambio de jugadores, jugamos en la división superior. De esta manera puedo nombrar a Guillermo Paucará, Carlos ‘Tobillo’ Herrera, Orlando ‘Cateto” Medina, ‘Chato’ Ovejero, Jorgito Aguilar, Juan Herrera y Ramoncito Rodríguez, entre otros. Nos tocó llegar a la división superior cuando Tesorieri estaba en la ‘B’ y lo hicimos a las órdenes del querido ‘Chato’. En ese entonces el centrodelantero era ‘Cateto’ Medina y yo jugaba de 10, Jorge Aguilar de 7 y ‘Tobillo’ de 11. Allá por 1977 ascendimos a la ‘A’ y el día de la consagración no pude ir a la Escuela Industrial donde me habían reconocido como el mejor compañero. Primero estaba Tesorieri, así que la distinción la recibió mi madre. Ya en el ’80 campeonamos en la división superior y salí goleador, un hecho que iba a repetir muchas veces en mi carrera, que terminó a los 36 años. En aquel equipo alineaban Paucará, ‘el Negro’ Romero, ‘Ruli’ Carrizo, ‘Nene’ Foressi, Robertito Nieva, ‘Babero’ Carrizo, Ricardo Tapia, ‘Tobillo’ Herrera, ‘Tronco’ Cerezo, yo y ‘Cateto’ Medina. Para el Regional, en calidad de refuerzos, se sumaron Roberto Coronel, Víctor Jalil, el ‘Zorro’ Heredia, Juan Avellaneda, José Heredia, ‘Landucci’ Navarro, ‘Pelusa’ y ‘Coquito’ Córdoba, ‘Lucho’ Leal, ‘Quirquincho’ Echevarría, Carlitos Brizuela, etc. A ese grupo nos sumamos ocho o nueve que éramos del club”.
¿Cómo te afianzaste como centrodelantero?
“Por una circunstancia digamos casual. ‘Cateto’ Medina, que al igual que ‘Tobillo’, era un poco mayor que yo, era el número 9. Al lesionarse pasé a jugar en ese puesto, al que nunca abandonaría. Cuando volvió mi compañero lo hacía por la derecha, yo en el centro y Herrera por la izquierda. En muchas oportunidades reforcé a equipos locales y siempre lo hice como delantero centro. En un año que salió campeón Policial y Tesorieri no clasificó para el petit torneo pasé transitoriamente, junto a ‘Babero’ Carrizo, a jugar en Coronel Daza, donde mi viejo oficiaba de técnico. Allí me junté con buenos valores como Roberto Merep, ‘Mataco’ Vildoza, el ‘Burro’ Córdoba, Carlitos Pinela, Huguito Quarín, ‘Niura’ y varios más. Ese traspaso determinó una cuestión muy curiosa: en el mismo año fui goleador en la Liga Catamarqueña y en la Liga Chacarera. También vestí otras camisetas, siempre en calidad de refuerzo. Lo hice en Social Rojas cuando fue al Regional en 1983. Fue una hermosa experiencia con compañeros como ‘Chichilo’ Naranjo, ‘Gallo’ Lobo, Francisco Pawlosky, Rubén Vildoza, etc. En 1984, bajo la dirección técnica de Andrés Chazarreta, defendí a Juventud Unida en el año que vinieron como refuerzos Lamolla, Sigifredo, Herrera, Pascasio y otros valores locales. Años más tarde volví a lucir esa camiseta con Juan González, en momentos que aparecía ‘Ratita’ Gordillo y jugaban el ‘Perrito’ Toloza, ‘Cachito’ Acevedo, ‘Perico’ Díaz, ‘el bolsita’ Bazán y Gustavo Galván, entre otros. Lo mismo hice en Vélez, una vez que Tesorieri no clasificó para el petit final”.
¿Tienes idea de cuántos goles convertiste?
“La verdad que no, pero siempre fui goleador. En Tesorieri, donde gané tres o cuatro títulos, debo haber sido goleador en seis o siete temporadas. Dejé el fútbol a los 36 años e inmediatamente, a instancias de Ricardo Tapia, me incorporé al Círculo Médico de la Liga de Veteranos, donde milito desde hace 28 años. En casi todos esos años logré campeonar y encabezar la tabla de goleadores. Algo parecido ocurrió en la Liga Ambateña, a la que agradezco tantas atenciones, donde paralelamente jugaba los días domingo para Los Castillo. Fueron 15 años seguidos a razón de 40 ó 42 goles por temporada. En todos los casos tenía a mi lado a grandes jugadores. Por ejemplo, en la Liga de Ambato, lo hacía a la par de ‘Chipaco’ Coronel, el ‘Negro’ Vázquez, ‘Pancita’Farías, ‘Pelé’ Aguirre o el ‘Ojudo’ Salcedo. En síntesis, por donde pasé fui goleador. Por mis condiciones y el aporte de mis compañeros. En los veteranos tengo un agradecimiento especial al Círculo Médico, único equipo donde jugué en todas las categorías y también lo hizo mi hermano, Humberto ‘Mate’ Molina. Ahora sigo como técnico, pero si hay necesidad me pongo los cortos a los 64 años”.
Las enseñanzas del fútbol
¿Cuál sería tu balance final?
“El fútbol, que es una pasión, me enseñó a ser una buena persona. Recogí cariño y amistad a raudales y en todos lados me reconocen por mi trayectoria. Doy gracias a Dios que fui jugador. Salvo alguna cuestión circunstancial, jamás tuve problemas con nadie y pongo como ejemplo a un gran defensor como Víctor Jalil. Lo enfrenté muchas veces y jamás me jugó con mala intención. Un caballero del deporte”.
¿Y de Tesorieri que te queda?
“Todo. Como mi casa fue la segunda sede, ‘Tesho’ fue mi segundo hogar. El pasado 24 de septiembre, cuando por primera vez hizo de local en la avenida Belgrano, sentí una mezcla de emoción y alegría. Me hicieron volver a mi niñez. Un gran orgullo que me hayan invitado a un hecho tan importante. Aparte que lo vi muy bien al club. Mi agradecimiento sincero a todos los directivos”.
Redacción: Eduardo Molas. Producción: Rafael Andrés Bruno.
ALGO PERSONAL
Nombre: Rafel Horacio Molina.
Edad: 64 años.
Fecha de nacimiento: 8 de septiembre de 1958.
Profesión: Maestro Mayor de Obras y docente jubilado. Trabajó 38 años en la Escuela Especial.
Padres: Arturo Tuburcio Molina (“Pepitero”) y María Esther Araoz de Molina.
Hermanos: Esther del Tránsito Molina (76), Arturo Humberto Molina (f), José Alberto Molina (74), Ramon Domingo Molina (f) Rafael Horacio Molina y María Teresa Molina (62).
Jugadores destacados a nivel local: “Luchito” Brizuela, Ramón Naranjo, Juan José González, Víctor Jalil, Guillermo Paucará.
A nivel nacional: Lionel Messi, Angel di María, “Chicho” Serna, Fernando “Potro” Morena y Carlitos Bianchi.
Hincha del fútbol: Tesorieri.
A nivel nacional: Boca Juniors.
Comidas preferidas: asado y también las carbonadas y mazamorras de mi madre.
Una anécdota: “Una genial. Una vez clasificamos 4 equipos al petit torneo. Las semifinales fueron Tesorieri-Defensores y San Lorenzo-Juventud. Le hicimos 9 goles en 2 partidos a Defensores, pero yo me lesioné feo en el hombro derecho. San Lorenzo, dirigido por Adolfo Sánchez, eliminó a Juventud. La final, por mi problema físico no la podía jugar, pero no quería perderme ese partido. Era el capitán. Ellos tenían buen equipo. Atajaba Ventura Díaz, jugaban Juan Coronel, Santillán, Juan González, José Brizuela, “Pelusa” y “Coquito” Córdoba, etc. Por un informe directo nos enteramos que me iban a pegar en el hombro, al que no me podía ni siquiera tocar. Nuestro técnico, muy vivo, Federico Juárez, me hizo hacer un visible vendaje con mertiolate en el hombro sano, el izquierdo. De esa forma, cuando me tocaban, gritaba simulando dolor. Aguanté el partido, hice el gol del triunfo y salimos campeones”.
Con información de El Esquiu.com



Fuente: El Chasqui Digital