De todas las cosas buenas que hizo el gobierno de Macri, sin duda alguna la más exitosa fue volver a poner al kirchnerismo en la puerta de la Casa Rosada y darle así la oportunidad de reconciliarse con la vida y no pasar a la posteridad como una desopilante batucada autoritaria que bartoleó la mejor década económica que alguna vez haya tenido el mundo.Yo sospecho que este logro no estaba en el plan original de Cambiemos ni mucho menos era lo que esperaban sus votantes en 2015. Pero así se dieron las cosas y, a menos que el Gato y su pandilla reaccionen y la den vuelta, habrá que ir asumiendo la buena nueva. Camino a las elecciones Lo que tenés que saber hoy del oficialismo y la oposición. De lunes a viernes Recibir newsletter El Gobierno sigue concentrado tratando de que no se le venga en banda la estantería y sueña con la remontada heroica. Si bien en el fútbol lo hemos visto muchas veces, en política es un poco más complicado. Por ahora el partido sigue 3 a 0 abajo, ya empezó el segundo tiempo y Giunta no aparece.Mientras tanto, Tío Alberto tira la pelota afuera y hace tiempo. Juega para el costado, la distrae a Cristina para que no hable y trata de conservar los votos sin desautorizar a nadie con declaraciones tales como “está mal tomar los shoppings pero Grabois es un buen muchacho”. Mirá también A pesar de todo su esfuerzo, le cuesta esconder a los monstruos. Su otra frase “no me van a convencer de cambiar la Constitución” es una clara prueba de que atrás de él hay mucha gente tratando, justamente, de convencerlo para cambiarla.Zaffaroni ya lo dijo públicamente, Cristina habla de “nuevo contrato social” y “nuevo orden” y Wado de Pedro recibe a los visitantes del Instituto Patria con un cálido “buenos días, bienvenidos al cuartel general de la nueva constitución revolucionaria, ¿¿un cafecito??”. Bueno, tal vez exageré un poco con lo del cafecito.Sin embargo y pese a todo esto, flota en el aire de la política una idea de moderarse hacia el centro, cerrar la grieta y empezar a buscar consensos. Se huele un aroma a unidad, lo cual es razonable porque en el fondo no hay otro camino.Aunque no lo diga, si gana Tío Alberto seguramente va a hacer lo mismo que intentó Macri, pero sin cometer el error de pretender hacerlo en soledad sino más bien buscando acuerdos políticos. Le va a costar un poco convencer a los amigos de Máximo y a la mamá de Máximo, pero tampoco es tan difícil. Menem lo hizo.De hecho, esta semana Moyano ya avisó que está dispuesto a flexibilizar los convenios laborales. Si se lo hubiera pedido Macri le quemaba el país, pero como se lo pidió Tío Alberto “es por la unidad de todos los argentinos”. Especialmente los argentinos peronistas. Me dan ternura, al final siempre son comedia. Mirá también Como el horno no está para bollos ha comenzado a expandirse
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