Fiesta de la Ascensión del Señor
“Los medios de comunicación nos pueden ayudar a generar esa red, esos vínculos” para “construir una sociedad más justa, fraterna e inclusiva”, dijo el Obispo.
Durante la noche del domingo 12 de mayo, Solemnidad de Ascensión del Señor, durante la Santa Misa que presidió en la Catedral Basílica y Santuario de la Virgen del Valle, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, se refirió a la Jornada Mundial de las Comunicaciones, para la cual el Papa Francisco escribió su mensaje que lleva el título “Inteligencia artificial y sabiduría del corazón para una comunicación plenamente humana”.
En su homilía dijo que “en esta Fiesta de la Ascensión, hace 58 años atrás, se ha instituido la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que tiene un fundamento porque se basa en el mandato de Jesús, que hemos escuchado hoy en el libro de los Hechos de los Apóstoles, incluso en el texto final del evangelio de San Marcos: ‘Vayan por todo el mundo, prediquen la Buena Noticia, a aquellos que crean, bautícenlos, y se van a salvar, y aquellos que no crean se van a condenar’, porque la salvación es Cristo”.
Asimismo, consideró la necesidad de reflexionar sobre las comunicaciones sociales, las cuales debemos “usar para construir y no para destruir, para dividir”. En este sentido, remarcó que ello “amerita que esta reflexión se haga a la luz del mandato de Jesús, quien nos envía a predicar el mensaje de la salvación, porque de esa manera construimos una sociedad más justa, más fraterna e inclusiva, a través del mensaje de amor que nos deja el Señor”.
Tomando el texto de la segunda lectura del apóstol Pablo a los cristianos de Éfeso, que dice: “Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la Gloria nos conceda espíritu de sabiduría y revelación’, enfatizó que “para eso tiene que estar la comunicación social, con ese espíritu de sabiduría que viene de Dios, ese gustar de la maravilla, de la vida, de la comunión plena que es Dios, y que se nos revela a nosotros. Y qué bueno que en nuestros tiempos tenemos estos medios tecnológicos que facilitan que se pueda hacer llegar este mensaje de salvación rápidamente a cualquier rincón del mundo. Pero tenemos que avalar ese mensaje con nuestra conducta coherente”.
Convocar a la comunión
Más adelante afirmó que “la comunicación está para provocar, para producir, para convocar a la comunión, tener una común unión; esto quiere decir que cuando transmito algo que rompe la comunión estoy haciendo todo lo contrario. Las falsas noticias corren como reguero de pólvora, se comunica, pero falsedad”. En este punto señaló que “tantas veces se comunica muerte, violencia, en vez de comunicar cosas positivas, acciones que motiven a una vida más digna, más fraterna, humana e inclusiva. Tenemos que pedir ese espíritu de sabiduría, de prudencia, que Dios nos revele cuánto Él nos ama, para que inundados de ese amor no se nos ocurra transmitir cosas que destruyen la vida y la dignidad de las personas. Que Él ilumine sus corazones para que puedan valorar la esperanza”.
“Que nuestra esperanza sea firme”
También manifestó su deseo de que “esta Fiesta de la Ascensión de Jesús al Cielo, la percibamos en su grandeza y valoremos lo que Dios nos está brindando, para que nuestra esperanza sea más firme y nos lleve a proclamar a los cuatro vientos el mensaje de la salvación, que es anunciar al mismo Jesús, y de esta manera podremos participar un día de los tesoros de gloria que Dios tiene previsto para todos aquellos que sean fieles a Él”.
El Obispo aseveró que “los medios de comunicación nos pueden ayudar a generar esa red, esos vínculos que nos vayan uniendo para tener un solo corazón, una sola alma, para buscar a Dios en todo momento, y amarnos los unos a los otros como Él nos ama. Éste es el poder que Dios manifestó a Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos, el poder comunicar las maravillas de Dios”.
Finalmente invitó a que “le pidamos al Señor que asumamos para nuestra vida lo que nos proponía la V Conferencia Episcopal de Aparecida en la que el Papa Benedicto en ese momento, dijo que todos somos discípulos misioneros. Es lo que Jesús les dice a los apóstoles: ‘Vayan por todo el mundo, prediquen la Buena Noticia’”.
