“Luego llegó la tercera acta paritaria, a mi criterio, la más perniciosa de todas porque reformuló el acta anterior y el 28% que estaba previsto como recomposición de salario hasta fin de año se transformó en 18%. Por lo cual la recomposición vigente es de solo el 58%, con el agravante de que la inflación esperada está entre el 170 y 200%. Con el pretexto de meter esos bonos no remunerativos, nos quitaron el 10% de los salarios. Ésa es la gravedad”, señaló. “Estamos en una situación muy complicada por el contexto que encuadra en una hiperinflación. El problema acá es que desaparecen esos bonos y quedamos con un aumento del 58%. El Gobierno nos ve como enemigos y nosotros somos simplemente trabajadores que no estamos de acuerdo con lo que acuerdan con los gremios. Sabemos que seguramente el Gobierno será reelecto y estaremos cuatro años más en este reclamo, pero esta lucha trasciende la cuestión política”, explicó el referente del Frente de Estatales.
A propósito de la pelea con los gremios, Marzese señaló que en oportunidad de las reuniones paritarias ofrecieron asistencia técnica. “Quedó demostrado que necesitan más asistencia y capacidad intelectual, porque con el último acuerdo que firmaron nos dejaron en peores condiciones que antes”, apuntó.
Verónica Ribotta, de los trabajadores del IPV, pidió que a la movilización se sumen los gremios y autoconvocados que compartan el reclamo. “Este gobierno está demostrando que no es un gobierno peronista. Y las ministras de Trabajo y Economía, que deberían ser el primer frente de diálogo, no lo son. Ni hablar de que se olvidan de los becados y contratados, que están en la gravísima situación de no llegar ni a la canasta básica”, expresó.