El presidente Mauricio Macri se reunió este viernes con intendentes bonaerenses de Cambiemos y les pidió “poner el pecho” en la campaña para enfrentar los reclamos sociales. “Esta es la única manera”, arengó, al defender su modelo de gobierno. Y pronosticó que, bajo este programa, «en 10 años tendremos pobreza e inflación de un dígito».
Macri convocó a la Quinta de Olivos al conjunto de intendentes del oficialismo y les dio un mensaje de casi media hora. Estuvo acompañado por la gobernadora María Eugenia Vidal (que también habló) y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, sólo pasó a saludar.
En su menaje, Macri insistió con que “hay que dejar el populismo atrás” para “no volver a la Argentina que atrasa 20 años, y que va a ser Venezuela”. En esa misma línea, aseguró que “si persistimos en este camino, en 10 años vamos a tener un país con una pobreza a e inflación de un dígito y con un sistema financiero que permita crecer y desarrollarse”.
Algunos de los intendentes del interior le dijeron que “la clase media es la más afectada y es la que más está cuestionando al gobierno”. “Están muy enojados con nosotros porque no les alcanza la plata”, reprochó uno de los alcaldes del interior.
Si bien la asistencia a Olivos fue amplia, resultó notoria la ausencia del intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, enfrentado (pese a ser de Cambiemos) tanto con Vidal como con la Casa Rosada.
En la antesala de la campaña presidencial, Macri y Vidal quisieron bajar línea discursiva y dar, a la vez, un mensaje de arenga a los intendentes del principal distrito del país.