
Llegó a la sala de prensa con sonrisas, displicente, carismático y siempre “agradecido” , palabra que repitió varias veces y que refleja el momento que vive, especialmente, al bajar del escenario, luego de comprobar, una vez más, el afecto del público. La multitud que ayer lo esperó pacientemente en el Festival Nacional e Internacional del Poncho, no fue la excepción.
Emocionado por el acompañamiento en cada canción, en cada grito de sus fans y en los aplausos que arengaban a que el show no llegará nunca al final, Luciano Ariel Pereyra -su nombre completo- confesaba a los medios la magia que se produce en esta interacción entre el artista y la gente.
Cómo o por qué lográs esa conexión con el público? “Creo que es la sinceridad con uno mismo a la hora de hacer música. Amar lo que hacés. Hay mucho tiempo, de mucha dedicación, mucho trabajo, son muchos años también, es una carrera, una profesión que amo, que disfruto mucho, y que también es muy difícil, pero se hace más libre algo cuando uno ama lo que hace. Eso para mí es una bendición. Después de tantos años, a mí me emociona y no deja de sorprenderme cuando las personas cantan las canciones que a mi me vienen acompañando hace tantos años y subir el escenario como el del Poncho y que toda la gente te cante, es inexplicable. Pero lo puedo resumir en que es lo más cercano a tener el corazón completamente lleno”.
Rezar dos veces
“Hay personas que te dicen que los salvaste con tu canción, con tu voz. ¿Qué se siente?”, consulta una periodista emocionada y contagiando ese sentir al artista que no duda en confesar que a él, la música también lo salva: “es tan grande y creo que jamás vamos a entender lo que sucede ahí donde hay tantas emociones. La música a mi también me salvó en momentos difíciles que me ha tocado vivir, porque muchos otros artistas han compuesto y han hecho canciones que a mí me han identificado. Cuando alguien te dice que hiciste una canción que lo acompañó en una etapa equis de su vida, yo agradezco mucho ese regalo. Para mi es una bendición porque dicen que cantar es rezar dos veces y yo disfruto el cantar, tengo mi historia personal en cada una de las canciones y de ellas uno también hace su mundo. Hay un estudio que dice que cuando uno canta con otra persona, se libera la frecuencia cardíaca y es la misma en la otra persona, así que imaginate que hoy en las miles de personas que hubo aquí mientras estábamos cantando, estuvimos todos conectados por la misma frecuencia y el corazón nos une en la música. Es un poco loco lo que estoy diciendo, pero a mi me emociona y mucho. Así que agradezco la posibilidad que me da el público, de que se tomen el tiempo, de tres minutos de su vida, para escuchar una canción que yo hice, la hagan propia y me den ese regalo cantándola… qué más puedo pedir?”.
Cumbia y aprendizaje
Luciano también habló de los diferentes géneros con los que se permite crear, compartir y grabar con sus pares. De esta manera, el breve margen sobre el que cruza de la chacarera a la balada o de esta a la cumbia no hace más que desnudar su pasión y el respeto por el trabajo de sus colegas
“Esta buenísimo lo que se viene con la cumbia porque, desde que hicimos ´Si no es muy tarde´con Ezequiel y La Clave, “Tu dolor” con Uriel Lozano y en días se viene otra canción más con un queridísima artista, me divierto porque para mi la cumbia es parte de nuestro folklore. Haber tenido la posibilidad de hacer un disco con grandes artistas y reversionar mis canciones para mi es un privilegio”.
“Me gusta aprender, soy muy curioso, encima cuando ves a artistas que uno admira, que de repente escuchás sus discos o apareció en un videoclip, en la radio y después la música te da la posibilidad de compartir con ellos, no solamente una grabación, una canción, sino que se forman lindos vínculos también abajo del escenario. Entonces te vas a comer, charlás de la vida, de la música y eso es muy lindo, cuando uno tiene un par, a quién admirás y lo tenés tan cerca aprovechás mucho más para seguir aprendiendo”.
22 de marzo
Con astucia un periodista ensaya una pregunta para indagar sobre una fecha especial: el 22 de marzo. “Qué ha significado para vos…sentís que te ha modificado en algo como artista?”. El cantante desvía la mirada hacia el resto de comunicadores y propina: “Yo les resumo la pregunta, ¿quiere saber qué me pasó cuando me casé?”, acota riendo mientras todos acompañan el chiste. “Dió una vuelta poética impresionante, qué vuelta que le diste!!….(risas).
«22 de Marzo» es una balada romántica compuesta por Luciano Pereyra, lanzada como adelanto de su álbum «Te Sigo Amando». Y también es la fecha en que, este año, cambió su estado civil. Luego de un noviazgo de 5 años, Luciano Pereyra y Julia Rezzuto se casaron ese día en una ceremonia íntima en Luján, en la que participaron familiares y amigos, entre ellos una amiga quien además le organizó la boda: Claudia Villafañe. Pero el cantante aclaró que nada tuvo que ver la ceremonia personal con la canción, sino que fue mera casualidad.“Es un hecho, me casé y estoy muy feliz o sea, en un momento me tenía que llegar y me llegó”, explica mostrando el anillo. “Pero hay dos realidades con el 22 de marzo, resulta que es la canción que no tiene nada que ver con mi historia sentimental. La compuse hace un año en España con Pablo Cebrián y teníamos ganas de decir algo que estuviera referido al calendario, a una fecha específica. Después al año siguiente, de casualidad, fue justo el día de mi casamiento, pero no tiene nada que ver con eso. Sí, es una fecha, obviamente, muy importante para mí. Toda esa época me resulta muy inspiradora”.
Boca
La charla con la prensa prosigue amena hasta que alguien le pregunta, primero por su nuevo espectáculo y gira a estrenar en octubre en el Movistar Arena en Buenos Aires, denominada “Te sigo amando” y después, con una consulta para “distender”… “Sabemos que una de tus pasiones es Boca, la seguís, como la ves, podés hacerlo en tus tiempos libres?”
Luciano se toma un segundo, sonríe y baja la mirada como lamentándose. Suspira, se agarra la frente y exclama con pesar y disimulando la sonrisa “otro más…” en referencia al colega de la pregunta inoportuna, “qué gallina!” agrega ante la risa de la prensa.. “Hincha de River..vos podés creer?”.
Y responde: “se viene el Movistar y eso me tiene feliz porque hay un nuevo disco, nuevas canciones, nuevo proyecto y porque cuando haces una gira propia, volvés a recorrer el país. Le agradezco a Dios todos los días por tener esa posibilidad, ya estamos cerca de los 30 años con la música y es único, es increíble. Yo, te juro, me sigo sorprendiendo, me sigo asombrando, a veces no creo que pasa,
no sé dónde estoy. Lo que sí, esa felicidad es tan grande y eso hace que siga perfeccionándome, siga estudiando, siga con mi clase de canto, de música, de foniatría, entrenando el físico, descansando bien, cuidando mis cuerdas vocales, porque en definitiva, para mi arriba del escenario es una fiesta, una bendición que tengo la posibilidad de compartir con tanta gente”.
“ Y si… sigo a Boca, un poco triste, por lo que pasa hoy, lamentablemente, pero ya en algún momento será otra racha”, agregó.
Tu mano
La charla amena va llegando al final y Luciano transmite que está a gusto y dispuesto a hablar de todo. Hasta de cuando enfrentó momentos difíciles relacionados con su salud. Luciano Pereyra tuvo un problema grave en su esófago, específicamente un divertículo, que requirió varias internaciones y cirugías entre 2010 y 2016. Estuvo internado durante 35 días y fue inducido a coma farmacológico debido a complicaciones postoperatorias, incluyendo una neumonía y una infección intrahospitalaria.
Luego de esa experiencia compuso el tema “Tu mano” inspirado en las manos de su familia, amigos, enfermeras y médicos. “Todo el tiempo estaba el roce de la mano”, relató en una oportunidad.
“Es una canción, con historia personal que tuve la posibilidad de contarla y cantarla, pero que me ha dado muchas alegrías. Es una canción de cercanía, esas que cuando estás solo te puede abrazar y acompañar”.
¿Te sorprende que la gente se tome de la mano cuando la cantás? “Sí, sí, claro, me sorprende, pero a la vez hay algo que excede a todos nosotros, hay algo superior, para mí como creyente y es que Dios está dando vueltas siempre, que nos junta más allá de las ideas, las ideologías o pensamientos que tengamos.Hoy estábamos todos juntos, no importaba Boca, River o un partido político, nada. Que la música tenga ese poder de comunión y durante dos horas que dura un concierto, nos haga olvidar de los momentos duros y disfrutar, encima agarrándote de la mano con alguien que no conocés y tenes al lado, eso me gusta mucho y es una bendición”.
¿Cuando no cantás, cuando te alejás un poquito de la música, qué esperás de la vida?
“No!, la vivo…no espero nada porque sino… Hay que vivirla. Disfruto mucho irme de gira y cuando no estoy de gira, de mi casa, mi mujer, mis perros, la familia, el asado, el tenis, el fútbol, el deporte, los amigos, pieza fundamental para cargar pilas y seguir adelante en cada viaje. Eso, a mí, me hace muy feliz”.