El asteroide 2024 YR4 ya no representa un riesgo de impacto significativo. El último análisis de la ESA ha reducido la probabilidad de un impacto con la Tierra en 2032 al 0,001 %. Los defensores planetarios siguen vigilando a cualquier otro asteroide que pueda acercarse demasiado”. Con estas palabras arrancaba el día la Agencia Espacial Europea (ESA) este martes, 25 de febrero. Casi un mes después de que la roca espacial se convirtiera en un asunto de masas.

Esa misma mañana, en 20bits tuvimos la oportunidad de hablar con Juan Luis Cano. Él es el coordinador del servicio de información de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA. Y es español. Su trabajo diario incluye dar soporte y organizar a los equipos que calculan las trayectorias y las probabilidades de impacto de asteroides y, como se puede deducir, han tenido un febrero bastante movido.

Cano también participa en foros donde se discuten diseños de misión para mitigar el riesgo de los asteroides, colaborando con la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) de la NASA y, además, coordina los proyectos que la Unión Europea quiere que la ESA desarrolle en defensa planetaria.

Pero una parte importante de su día a día es hablar con medios de comunicación como 20minutos o para audiencias del entorno educativo con un objetivo claro: sensibilizar sobre un tema alrededor del cual puede haber mucho alarmismo y, especialmente debido a Hollywood, muchos mitos y miedos basados en hechos poco científicos. Eso sí, Cano lo tiene claro: “No hay que volverse loco, pero hay que ser consciente de que existe un riesgo”.

Empecemos por el principio. ¿Cuál es tu función en la ESA?Soy el coordinador del servicio de información de la Oficina de Defensa Planetaria en la ESA. Me dedico a diversas tareas, entre ellas dar soporte y coordinar los equipos que están haciendo cálculos sobre las trayectorias las probabilidades de impacto, así como a participar en diferentes foros en los cuales hablamos de los diseños de misión que servirían para mitigar el riesgo de los asteroides, de la mano con la red internacional de alerta de asteroides y el grupo de planificación de misión. Además, coordino los proyectos que la Unión Europea quiere que la ESA desarrolle.

¿Qué proyectos está llevando a cabo la ESA en el ámbito de la defensa planetaria? ¿Hay algo que no se pueda divulgar y sea clasificado?Para empezar, no tenemos proyectos clasificados, todo es público. Tenemos dos áreas de trabajo principales:

​Observaciones de los asteroides: un grupo dedicado a observar asteroides, especialmente asteroides de interés, como 2024 YR4 u otros en nuestra lista de riesgo.

Cálculo de trayectorias: un grupo que se dedica a calcular las trayectorias de estos objetos y las posibilidades de que impacten con la Tierra en los próximos años.

En cuanto a los proyectos, estamos trabajando en varias misiones:

Telescopio Flyeye: un telescopio dedicado exclusivamente a la observación de asteroides, que estamos probando en Matera, Italia, y que el año que viene queremos trasladar a su ubicación definitiva, al observatorio en Monte Mufara, en Sicilia.

Misión Hera: lanzada el año pasado, en octubre, y que va a tener un sobrevuelo de Marte en su camino al asteroide Dimorphos.

Sonda Ramses: se lanzará en abril de 2028 para sobrevolar Apofis en 2029 durante unos meses.

Proyecto NEOMIR: un telescopio de infrarrojos que queremos colocar en el punto L1 de Lagrange entre el Sol y la Tierra para observar los asteroides que vienen de la dirección del Sol y que actualmente no podemos observar porque vienen de la cara iluminada.

¿Cómo aporta España a estas misiones? (telescopios, talento, Gobierno…)En la misión Hera, por ejemplo, hay varias empresas españolas involucradas. El Grupo de Mecánica de Vuelo (GMV) ha estado muy involucrado, particularmente en el sistema de guiado, navegación y control. También sé que hay diferentes elementos de hardware que han desarrollado empresas españolas

Para Ramses y NEOMIR, estamos en una fase muy inicial de desarrollo, pero hay una empresa para Ramses que va a dirigir todo el proyecto y contratar subcontratistas, por lo que probablemente haya empresas españolas involucradas.

Respecto a observatorios, tanto el IAC como el IAA del Roque de los Muchachos en La Palma cuentan con instalaciones y telescopios que sirven para estudiar asteroides. El Roque de los Muchachos es un punto fundamental en España para la observación y para la obtención de sus propiedades físicas, desde su tamaño hasta su composición.

Hemos estado durante dos semanas hablando del 2024 YR4. Sin embargo, la probabilidad de impacto contra la Tierra ha caído de un 3.1%, la más alta registrada, a apenas un 0.0001%. ¿Esto es normal?Efectivamente, esto es normal cuando los objetos no van a impactar con la Tierra

Cuando se descubre un asteroide, las primeras observaciones permiten tener una primera trayectoria con un error grande. Hay una serie de errores en las medidas que hacen que, al tratar de saber cómo se va a comportar el objeto en el futuro, haya una incertidumbre en su movimiento. 

Al aumentar el número de observaciones, se acota el espacio de soluciones y la incertidumbre se hace más pequeña. Si la Tierra se mantiene dentro de esa área de incertidumbre, la probabilidad de impacto crece. 

Pero si el área de incertidumbre deja la Tierra fuera, hay una caída pronunciada de la probabilidad de impacto y desaparece de la lista de riesgo.

Así es como se evalúa el riesgo de un objeto cercano a la Tierra. Pero, ¿cuáles son los parámetros más importantes que seguir en su monitorización?Primero, necesitamos saber hasta qué momento vamos a ser capaces de observar el objeto

Luego, es importante el tamaño de los objetos. No es lo mismo que impacte un objeto de 40 metros a uno de 100 metros. Típicamente, según el tamaño se multiplican por 10 las consecuencias de impacto. No es baladí.

Con observaciones ópticas, no siempre sabemos si estamos observando un objeto pequeño pero muy luminoso —que refleja mucho la luz del Sol—, o un objeto grande pero oscuro —que no lo hace—.

Por eso es relevante el telescopio espacial James Webb, porque observando en el infrarrojo es más fácil determinar el tamaño de los objetos. Los asteroides, al recibir radiación solar, se calientan y emiten radiación térmica, que dice mucho de su tamaño.

¿Qué avances se están logrando en la mejora de los sistemas de predicción de trayectorias de NEOs para poder anticiparnos a posibles amenazas?La defensa planetaria es un tema que se viene desarrollando en los últimos 25 años. Desde principios de los 2000 ya funcionaban los sistemas de monitorización de riesgo de asteroides. Con el tiempo, hemos incrementado mucho la capacidad de descubrir asteroides, poniendo más telescopios. Ya llevamos unos 38.000 descubiertos… 

El problema es que faltan todavía centenares de miles o millones de objetos por descubrir. Hablamos de NEOs, de objetos que pueden pasar cerca de la Tierra.

Estamos trabajando mucho para seguir mejorando, algunos ejemplos son el telescopio Flyeye de la ESA y el telescopio Vera Rubin, que va a entrar en operación este año. Los telescopios espaciales como NEO Surveyor de la NASA y NEOMIR de la ESA nos permitirán multiplicar la cantidad de objetos que vamos a descubrir. El James Webb también nos permite obtener medidas en el infrarrojo.

Has dicho que lleváis 38.000 descubiertos. ¿Cuánto de preocupados deberíamos estar el común de los mortales por que un asteroide choque contra la Tierra?El problema con los asteroides es que son riesgos muy pequeños, pero con posibilidades de impacto relativamente grandes. Hay millones de objetos todavía por descubrir que son cercanos a la Tierra

El debate con los asteroides no es si va a pasar o no, va a pasar, lo que no sabemos es cuándo. Con ese conocimiento que tenemos, tenemos cierta responsabilidad de estar preparados frente a ese riesgo. 

Es evidente que a día de hoy no estamos viendo impactar cuerpos cada mes. Objetos como el de Tunguska de 1908, de unos 50 metros, impactan una vez cada milenio. Objetos como el de Cheliábinsk de 2013, de unos 20 metros, impactan una vez cada siglo.

Son eventos que no son muy frecuentes, pero que ocurren. No hay que alarmar a la gente, pero sí decir que tenemos que seguir trabajando en esto, poner los medios suficientes para tener una misión espacial lista que nos permita hacer algo cuando haya un problema.

En caso de que viniera un asteroide, ¿hay más probabilidades de que sea muy grande o de que sea muy pequeño?La población de asteroides crece muy rápidamente cuando decrece el tamaño. Hay unos 1.000 objetos de más de un kilómetro y unos 30.000 objetos de más de 300 metros. En el rango de los 50 a los 100 metros, como el 2024 YR4, hay medio millón de objetos y en el rango de 10 a 30 metros, como el de Cheliábinsk, hay unos 50 millones. 

Es más probable que impacte un objeto más pequeño que uno más grande. Si bien, cuanto más grande sea, más fácil es detectarlo con tiempo. Los objetos pequeños son más difíciles de descubrir y de ver con tiempo suficiente para reaccionar, aunque, evidentemente, sus efectos si impactaran son más limitados.

Un objeto todavía no descubierto nos puede dar un susto en el rango más bajo de la tabla de tamaños. Por ejemplo, el de Cheliábinsk, que venía de la dirección del Sol, no lo pudimos ver con antelación.​

Todo este tema puede levantar mucho amarillismo y alarmismo. ¿Cómo aborda la ESA la comunicación pública y la educación sobre la defensa planetaria, especialmente en el contexto de una posible amenaza de impacto?No tenemos un programa específico de formación o educación, pero damos muchas charlas e invitamos a colegios a los centros de la ESA. Tratamos de explicar cómo funciona todo sin ser catastrofistas. Siempre se agradece que haya periodistas que se preocupen por preguntar las cosas y enterarse bien de cómo funciona la defensa planetaria. Es importante que la sociedad se vaya familiarizando con este tipo de cosas porque casos como los de 2024 YR4 los vamos a ver cada vez más en las noticias.

¿Cuál ha sido el proyecto más interesante o emocionante en el cual has participado?He trabajado en muchas misiones espaciales. Trabajé en el proyecto Don Quijote, que fue el precursor de DART y Hera. Puso los ladrillos fundamentales de lo que luego han sido estas misiones. Ahora mismo, trabajar directamente para la oficina de defensa planetaria también me encanta, así como la posibilidad de dar este mensaje a la gente y contarles que tenemos un grupo específico que se dedica a protegernos.

¿Qué mensaje darías a la gente con respecto a los asteroides, especialmente teniendo en cuenta que en adelante va a ser cada vez más habitual ver asteroides como el 2024 YR4?No hay que volverse loco, pero hay que ser consciente de que existe un riesgo y de que la sociedad está poniendo los medios para afrontarlo. 

Es como cuando uno sabe que vive en una zona sísmica y adquiere conciencia de una serie de protocolos que tiene que desarrollar para protegerse frente a la posibilidad de un terremoto. 

Poco a poco tenemos que educar a la sociedad en el hecho de que hay un cierto riesgo y que estamos poniendo los medios para afrontarlo. En algunos casos habrá que tomar ciertas medidas y acciones, pero no hay que ponerse en plan catastrofista ni mucho menos. 

La sociedad y las agencias espaciales estamos poniendo los medios para afrontar ese riesgo de una manera eficiente.

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