En el lugar fue sorprendido por seis sujetos, todos adolescentes. Uno de lo atacó con una picana y logró reducirlo para luego torturarlo, con descargas eléctricas, mientras lo insultaba y amenazaba de muerte.
Mientras esto sucedía, dos jóvenes que lo acompañaban participaban como espectadores de la brutal agresión, y otra persona registraba todo en un video.
Y ese video se viralizó y llegó a la familia del chico lesionado. Con la prueba el progenitor del agredido radicó la denuncia penal correspondiente en la Comisaría de San Antonio de La Paz, y quedaron señaladas seis personas como participantes del ataque.
Desde entonces la investigación de la causa se empantanó. Pasaron más de dos semanas sin que se avance en la imputación de los sospechosos, que por su edad quedaron en libertad.
El agresor tendría 17 años y por tratarse de un hecho en el cual intervinieron otros adolescentes que fueron denunciados oportunamente, la causa debería ser tramitada en ámbitos del Régimen Penal Juvenil.
Ahora, se espera que la fiscalía realice la tramitación correspondiente para realizar la indagatoria, que de otra forma podría ocurrir recién en febrero cuando finalice la feria judicial.
Allanamientos
Tras la denuncia penal se realizaron una serie de allanamientos, y se dispuso que el adolescente sospechado de la agresión sea demorado. Su padre se opuso al procedimiento y también fue demorado. Al cabo de unas horas los dos fueron liberados pero con restricciones de acercamiento hacia la víctima.
Modus operandi
El lugar donde ocurrió la tortura era solitario, similar a donde ocurrió el crimen de Agustín Rasguido, registrado en diciembre de 2019 en El Bañado, Santa Rosa. El chico también resultó ser engañado.