«Estamos destrozados, tenemos bronca y ya no sabemos en quién confiar». Néstor Bulacio grita y eso en él es dolor porque no llora, se enoja y se enoja fuerte. Está así desde el 24 de septiembre cuando su papá, José, murió en la obra de la nueva terminal de Ezeiza, en su puesto de trabajo como capataz de la empresa de andamios. José tenía 50 años y falleció en el acto. «Mi viejo no daba las órdenes desde abajo, se involucraba siempre. Pese a ser capataz era uno más, por eso estaba arriba del andamio», dice Néstor. Como su papá, él también trabaja en obras de construcción. Es albañil y dice que entiende como nadie lo que es estar presionado para terminar un trabajo. Newsletters Clarín ¿Qué hacemos este fin de semana? | Todas las propuestas para que organices tu finde. Todos los sábados por la mañana. Recibir newsletter «Mi viejo no daba más. Desde hacía dos meses habían empezado las presiones», cuenta Néstor a Clarín. Las modificaciones primero se vieron en el horario. José debía salir a las 17 pero en el último tiempo se iba a las 21 o a las 22 de la obra. A la medianoche llegaba a su casa en Florencio Varela y a las cinco de la mañana volvía a despertarse para salir. Mirá también Algo muy similar ocurría los sábados cuando el trabajo de José debía terminar a las 12 pero eso recién pasaba a las 16. El andamio que se desplomó. En las cenas, cuando José se sentaba a la mesa junto a su esposa y sus cuatro hijos, también era visible su cansancio. «Están metiendo gente por cualquier agujero», les decía. Así aludía a supuestos refuerzos para llegar a la finalización de la obra. Mirá también «Encima esta semana el presidente modificó las indemnizaciones por incapacidad laboral por decreto. Eso nos cayó re mal. ¿Cuál es el mensaje? ¿Qué somos descartables?», sigue Néstor. Dice que se siente solo, que tuvo que pedir plata prestada para darle de comer a sus hermanos, que su papá era el jefe de la familia y que ahora siente que él -por ser el mayor- tiene que ocupar ese lugar y que no sabe ni cómo hacerlo, que no tiene consuelo. José Bulacio Los trabajos en la nueva terminal de Ezeiza ya habían sido denunciados por la UOCRA, aunque ninguno de esos reclamos aludía en forma específica a los andamios. Desde ahí, cayó Bulacio a raíz del colapso de la estructura. Fueron 18 metros al vacío. Si bien se espera el informe de la autopsia, se cree que la altura desde la que cayó y el peso de los hierros que terminaron sobre él fueron determinantes.En el derrumbe hubo 13 heridos, de los cuales hay dos que siguen internados. Luis Moreira, el operario que sufrió pérdida de masa encefálica, se está recuperando en la Clínica Olivos, adonde fue trasladado después de ser operado en el Hospital Interzonal de Ezeiza. La cirugía que le hicieron ahí fue fundamental para
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