A pesar de que un día antes, el Gobierno había negado la posibilidad de una renuncia de Francisco Gordillo como ministro de Educación, finalmente ayer, se materializó la partida del ahora exministro, que retomará la intendencia de Pomán, de la cual se había tomado licencia para sumarse al gabinete del gobernador, Raúl Jalil.
Gordillo no logró resistir todas las polémicas que se generaron en torno a su gestión, que incluyeron nombramientos irregulares que fueron revocados por el gobernador, un recorte enorme de las facultades, que tenía como titular de la cartera Educativa, incluído el traspaso de los IES al Ministerio de Ciencia y fuertes críticas de los gremios docentes, que sumaron al cúmulo de conflictos que fueron minando, poco a poco, su poder y desgastando su gestión en menos de un año.
Según trascendió, la decisión de Gordillo se terminó de configurar luego de una reunión que mantuvo con el ministro de Gobierno, Jorge Moreno, quien el martes le había quitado relevancia a los rumores sobre la dimisión de su ex par del gabinete.
Respecto de su reemplazante, hasta anoche, no se oficializó ningún nombre, aunque trascendió el del director provincial de Educación de Gestión Privada y Municipal, Rubén Martí.
Esta posibilidad despertó el inmediato rechazo de la Asamblea Ni Una Menos, que criticó la postura del funcionario sobre diversos temas, entre las que se destaca la referida a la no aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral.