Transcurridas las primeras veinticuatro horas del macabro hallazgo del cuerpo del adolescente, Manuel Ramón Arias, en la planta de tratamiento de residuos en el sur de la Capital, la familia sostiene que el hecho no fue un accidente, sino que alguien habría asesinado al jovencito. En paralelo, la investigación que encabeza el fiscal Javier Herrera avanza reforzando con pruebas periciales y testimoniales la hipótesis de una muerte accidental.
LA UNION tomó conocimiento ayer, a través de voceros policiales y judiciales, que durante la tarde noche del domingo, los investigadores tomaron declaración testimonial a varias personas, entre ellas, a una amiga de la madre del joven, quien habría presenciado una supuesta discusión entre el adolescente y su madre en su domicilio; observando luego al chico marcharse junto a un amigo, adolescente que también fue arrestado en el marco de la investigación.
Según trascendió, alrededor de las 5.30 de la madrugada del domingo, Manuel habría discutido con su madre, siendo supuestamente el motivo, la llegada de la mujer a la vivienda acompañada de una amiga y un amigo -arrestado también en el marco de la causa- quien sería de apellido Rojas.
La presencia de este último en el domicilio habría molestado al adolescente, quien se lo recriminó a su madre y luego habría invitado a pelear a Rojas, siendo separado por sus amigos.
Luego de ello, siempre de acuerdo a la reconstrucción a la que habrían arribado los investigadores en cuanto a los momentos previos, durante y posteriores a la muerte de Manuel, el adolescente se fue de su casa junto a sus amigos, dirigiéndose a una de las esquina de su casa sobre calle Alpataco, donde habrían continuado consumiendo.
Aproximadamente a las ocho de la mañana, los amigos de Manuel se fueron quedando, según los dichos de uno de ellos, -de quien por ser menor de edad se lo puede identificar solo con la inicial de su apellido C.- el adolescente solo en el lugar. Al regresar veinte minutos después, el testigo no encontró a Arias y, suponiendo que había regresado a dormir a su casa, se fue a la suya.
El amigo de Manuel, quien también estuvo arrestado, les comentó a los investigadores que para él su amigo se metió al contenedor ubicado a media cuadra de su casa, ya que lo solía hacer.
Según habría comentado en más de una oportunidad, se ocultaban del móvil dentro del contenedor, ya que cuando permanecían mucho tiempo en la “esquina”, los vecinos llamaban a la policía para que los corrieran.
Autopsia
La declaración de C., amigo de la víctima y, el resultado de la autopsia, la hipótesis de una muerte accidental, tomó mayor fuerza, dejando casi descartado que en el trágico hecho haya intervenido una tercera persona.
En relación a la pericia de autopsia, las fuentes consultadas indicaron que el cuerpo del adolescente presentaba lesiones producto del aplastamiento sufrido por el comportamiento de la basura. Y, si bien el forense advirtió olor a insecticida en el cuerpo, este podría ser producto de la basura con la que tuvo contacto el cuerpo del adolescente.
Cabe recordar, que el cuerpo de Manuel Arias fue hallado por el personal que trabaja en la planta de residuos a las 9.50 aproximadamente, dando de inmediato aviso a la policía de la Comisaría Novena y luego al fiscal Javier Herrera, quien llevaba adelante la investigación del caso.
“No es como ellos dicen”
Dudan de la carátula de la causa y apuntan que el camión recolector no tiene toldo, y que eso descartaría una de las principales hipótesis.
Molestos y doloridos, familiares de Manuel Ramón Arias, el adolescente de 17 años encontrado en la Planta de Tratamiento el domingo a la mañana, plantearon sus dudas sobre el cruento desenlace. Aunque la Justicia hasta ahora caratuló la causa como muerte dudosa, ellos sostienen “no es como ellos dicen. Lo mataron. Ellos dicen que el camión le ocasionó todas las fracturas, pero no es así. Queremos que se investigue hasta la últimas consecuencias lo que pasó con Manuel”.
En diálogo con la prensa, los familiares sostuvieron además, basándose en la propia experiencia de varios familiares que trabajan como recolectores de residuos, que el camión no tiene toldo y que eso descartaría una de las principales hipótesis.
“Al chico, refiriéndose a Manuel, le pegaron y después lo tiraron al contenedor. Ellos se están lavando las manos, diciendo que el camión lo aplastó”, sentenciaron.
Por otro lado, ayer se supo que los restos del adolescente estaban siendo velados en la casa de los abuelos del chico y, en horas de la tarde de ayer, iban a ser inhumados en el Cementerio Municipal.