Joaquín Astrada (26) denunció que policías de la localidad de Miraflores,
departamento Capayán, le secuestraron su motocicleta y tras abonar la multa y
revisar el vehículo, se dio con que en el motor de su Honda XR Tornado había rastros
de azúcar y de viruta de aluminio.
El joven relató que “el viernes estaba frente a la escuela con un amigo y llegó el móvil
policial. Me pidió los papeles de la moto pero no los tenía encima, así que me la
cargaron”, relató el joven que se presentó en El Esquiú.com acompañado por su
padre para hacer el descargo.
Según explicó, los motivos por los que la moto fue incautada fue la falta de
documentación, pero los policías habían registrado que también él se había dado a la
fuga, lo que negó terminantemente.
“No me escapé, la moto estuvo parada cuando estuvo la Policía y después la
cargaron”, aseguró.
En la continuidad de su relato, el denunciante indicó que pagó la multa que se le
exigió, una suma de $6.200 y que este lunes le entregaron el vehículo en la
Comisaría de Miraflores, pero al revisarlo, notó que la motocicleta no se encontraba
en las mismas condiciones.
“Cuando nos damos cuenta de esto, no la queríamos retirar y llamaron a un
comisario, pero el policía salió directamente a amenazarnos, que íbamos todos
presos si no nos llevábamos la moto, así que la llevamos pechándola”.
El padre del joven, Omar Astrada, aseguró que teniendo en cuenta la gravedad de la
situación llamó a un mecánico y a una escribana, que con la presencia de un testigo,
elaboraron un acta para dejar constancia de los elementos extraños que encontraron
en el motor y con estas pruebas en la jornada de hoy, radicarán la denuncia penal en
Fiscalía General.
“Es un daño grande que nos hicieron porque la moto está valuada en $200.000”, se
quejó el progenitor, indicando que tomarán todas las medidas legales pertinentes.